Sueldos salvajes

Las tías de antaño -de riguroso peinado permanente- aconsejaban a sus sobrinas por el bien de su futuro –y más allá del amor- buscarse un “buen partido” y ello significaba, en buen romance, un médico, un abogado o quizás un ingeniero. Los tiempos han cambiado en forma absoluta y hoy, aggiornadas al reggaeton, el fotolog y la notebook, recomiendan