Por Nicolás Rochi
Históricamente la Ciudad de las Siete Colinas mostró paridad hasta el final en la definición por la intendencia, y siempre los terceros en discordia condicionaron ese resultado. En los fríos números, Isa Castagnino Xavier y Andrés Marchese lograron la mayor cantidad de votos (8.341 – Lista 501 – Más para Entre Ríos) con un 39,6 por ciento del electorado; Gastón Bagnat y María Fernanda Sanzberro se debieron conformar con el segundo lugar, más allá de los 8.059 sufragios conseguidos, porcentaje que les entregó un 37, 73 por ciento a la Lista 600 del Progreso Cívico Vecinal. Esos 282 votos de diferencia mostraron que las PASO no definen sino condicionan a quienes hacen la diferencia, y es sabido que a este último aquella primera “encuesta” no le convenció del todo. Recuerdan que cuando le pidieron que agradeciera a sus seguidores, palabras más o menos, se limitó a decir: “No ganamos todavía, acá no hay nada que festejar”.
Como en las finales, siempre se habla de uno y otro rival que llegan a esa instancia, así Isa Castagnino, la figura bendecida por Laura Stratta, recibió apoyo de esas filas como así también de quienes en un primer momento se mostraron en una foto conciliadora post PASO, Carla Almada y Rubén Darío Garcilazo. Al menos la foto mostró unidad, no se puede decir que pasara lo mismo con el actual oficialismo, que tras la derrota de Sergio Navoni, las aguas bajaron turbias respecto de esa unidad frigeriana que tanto necesitaba Ana Schuth para escalar en las preferencias.
Un segundo análisis lo configuran el tercer y cuarto lugar, porque los 2.486 votos que sacó Ana Schuth y Franco Brassesco (Lista Nº 502); como los 2.461 que cosechó la Libertad Avanza -Lista Nº 503- de la mano de un ignoto Eduardo Ramón Tomás Albornoz y Sandra Mariela Cafferata, marcan un duro embate a la supremacía strattista.
Son esos 4.967 votos, más de la mitad de los victorienses que no ven en Castagnino ni en Bagnat al sucesor ideal para la ciudad de Victoria. Aquí más de uno seguramente habrá dicho: ¡¿Para qué?! porque históricamente también, quien ganó en Victoria lo hizo con 11.000 votos, cuando tenía el acompañamiento de gran parte de la ciudadanía, ese número fue el que sacó Domingo Maiocco la primera vez, cuando para celebrar hizo el acto simbólico de asunción en el Quinto Cuartel. Allí en el equipo estaban, entre otros, Gastón Bagnat como secretario de Gobierno.
Desde aquella primera aproximación de un frente consolidado a la realidad actual, pasaron cosas. Esta ciudad ha sido criticada en su gestión por propios y ajenos, y el resultado puede visibilizarse precisamente en lo que ocurrió con el candidato a senador y actual intendente, Domingo Maiocco, quien recibió un duro revés propinado por el hermano de la conocida locutora de dilatada carrera en Paraná, que -a su vez- iba por la vice intendencia acompañando a Bagnat. Se trata de Víctor Sanzberro, un idealista con calculadora en mano, que desde los números siempre soñó con la bendición de su candidatura a intendente, pero entendió desde la primera hora que donde no hay carisma ganador, sobran las razones y el potencial. Por eso, cuando sonó su nombre como senador, dejó de criticar a ese peronismo visiblemente dividido que se debatía entre los históricos y la sangre nueva, dejando que todo se ordenara.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1145, del día 26 de octubre de 2023)