Han representado al país con el equipo Argentino de squash y también son fichados por diferentes equipos para participar de las Ligas Europeas. Gracias a sus condiciones han jugado en Paraguay, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Bolivia, Holanda, Alemania, Bélgica, Hungría, República Checa, Inglaterra, Dinamarca, Italia, Qatar y Polonia. “Hemos recibido propuestas de los clubes para volver a Europa. El tema es la pandemia y la incertidumbre. Lo motivante es que nos tienen en cuenta”, dijo Francisco.

Pablo Rochi

No tenían 9 años cuando agarraron una raqueta y empezaron a jugar. Y como casi siempre sucede con los gemelos, lo que hace uno el otro lo copia. La diversión de pegarle a la pelota contra el frontón fue el paso inicial de una carrera deportiva que, hasta el día de hoy, no tiene techo y sigue en franco crecimiento.

Rodrigo y Francisco Obregón por aquel entonces eran muy chicos y poco les importaba si el squash era un deporte popular o solo practicado por algunos pocos. Ellos dieron los primeros pasos viéndolo a su papá y a uno de sus hermanos, quienes se metieron en este deporte atrapados por la adrenalina, la intensidad y la acción vertiginosa.

Rodrigo y Francisco Obregón actualmente tienen 25 años y siguen pegándole a la pelota con las mismas ganas que el primer día. Eso sí, sus condiciones son tales que no solo se transformaron en jugadores profesionales, sino también han recorrido el mundo. Lo hicieron con el equipo argentino o participando de las diferentes ligas europeas. Ambos son contratados por equipos para que los representen en los campeonatos más destacados del Viejo Continente.

Mientras aguardan que el Covid-19 aplaque sus fuerzas para volver a Europa, Rodrigo (RO) y Francisco (FO) entrenan con todo en la cancha del club Estudiantes. Esperan con ansias poder viajar y seguir experimentando el jugar contra los mejores y en los escenarios más importantes del mundo.

-Si les piden una carta de presentación, ¿qué cuentan de sus trayectorias?.

-RO: Arrancamos a jugar a los 8 años. A los 12 años fuimos preseleccionados para el equipo argentino de Juniors, y a los 14 ya empezamos a jugar y competir con el seleccionado. Hasta los 19 años representamos al país en la categoría Juvenil, tanto en los Sudamericano, Panamericanos y Mundiales. Después, nos fuimos a Buenos Aires para entrenar con la categoría Mayor, con quien también jugamos diferentes torneos internacionales. Hoy somos jugadores profesionales y jugamos torneos internacionales que nos dan puntos para el ranking mundial.

-¿Porqué eligieron el squash?. Los chicos a esa edad no eligen este deporte.

-FO: Nosotros somos 7 hermanos y uno de ellos empezó a jugar al squash. Como lo seguíamos a todos lados también empezamos a jugar. Mi hermano más grande a los 6 meses dejó de practicar, en cambio a nosotros nos encantó y fue así que seguimos jugando. Nunca más dejamos.

-¿Y qué fue lo que les atrapó?.

-RO: Cuando empezás a practicarla te hace adicto. Es sumamente intensa, activa y por demás divertida. Desde un comienzo nos enganchamos y seguimos entrenando. Después, el ser convocados al equipo argentino Junior es como que nos incentivó y nos empujó a querer seguir aprendiendo y a competir cada vez más.

-FO: Desde el punto de vista físico es un deporte muy intenso. Aquellos que lo practican seguido queman muchas calorías en muy poco tiempo de acción.

-La carrera de ambos fue tan explosiva como el deporte mismo. Por sus condiciones y por la actividad tuvieron la chance de recorrer el mundo.

-FO: La verdad que sí. Por suerte hemos viajado bastante. Es una disciplina que nos permitió recorrer y conocer muchos países. Nuestro primer torneo fuera de la Argentina fue en Paraguay, a los 14 años. Después, hemos jugado en Brasil, Chile, Colombia, El Salvador y Bolivia. En Europa también anduvimos mucho, ya sea Holanda, Alemania, Bélgica, Hungría, República Checa, Inglaterra, Dinamarca e Italia. Hemos estado en Mundiales en Qatar y Polonia. Muchos lugares

(La nota completa en la edición 1115 de la revista ANALISIS del jueves 15 de octubre de 2020)