El Roly es uno de los mejores jugadores que aportó Entre Ríos al fútbol nacional e internacional. En su largo recorrido profesional supo apropiarse de los corazones de los hinchas del Mallorca, allá en los inicios de la década de 1980. Antes jugó en Atlético Hernandarias, uno de los dos equipos de su ciudad natal, y Newell's de Rosario. Además cuenta con un paso por el fútbol francés, San Lorenzo, Instituto y Colón. Desde su casa, donde transita la cuarentena, el ex goleador y dueño de una pegada envidiable, charló con ANÁLISIS.
Álvaro Moreyra
Rápido, habilidoso y goleador. Tres cualidades que describen sucintamente lo que fue Rolando Barrera en su época de futbolista en la que vistió las camisetas de Newell's de Rosario, San Lorenzo, Instituto de Córdoba y Colón de Santa Fe, en la Argentina, y además las del Mallorca de España y del Niza de Francia, en el fútbol europeo, cuando no era nada sencillo fichar con un equipo del Viejo Continente, pues solamente se permitían dos extranjeros por equipo.
Claro que como futbolista también tenía otras virtudes que lo llevaron a destacarse en todos los equipos en los que jugó. Una de esas cualidades tiene que ver con que se trataba de un eximio ejecutante de tiros libres, de hecho en la actualidad una de sus funciones en La Lepra de Rosario tiene que ver con esa característica, la que le permitió anotar muchos goles a lo largo de una carrera deportiva que se extendió por 16 años.
Barrera comenzó de chico jugando con amigos en su Hernandarias natal. Después su habilidad, velocidad y pegada fueron llevados a Atlético Hernandarias, entidad en la que debutó en Primera División a los 14 años, ni más ni menos. Siendo apenas un adolescente, El Roly ya competía con jugadores con mucha experiencia y eso le fue de vital importancia a la hora de pegar el salto a Newell's, algo que él mismo contó en la entrevista con ANÁLISIS.
Debutó en El Rojinegro de la Chicago Argentina a los 17 años y luego de tres interesantes años, y después que Boca y River intentaran comprarlo, emigró a España para jugar en el Mallorca. Fue en el año 1981 que llegó al equipo mallorquín y allí dejaría una marca inolvidable, es que no solamente fue el Pichichi (como le dicen a los goleadores en el fútbol español) de su equipo en varias ocasiones, sino que además un gol de su autoría, anotado al Barcelona de César Luis Menotti en los cuartos de final de la Copa del Rey, fue elegido como el mejor de la historia del conjunto de las Islas Baleares.
(La nota completa en la edición 1115 de la revista ANALISIS del jueves 15 de octubre de 2020)
