El dirigente justicialista, exdiputado provincial, operador mediático y actual asesor del Senado entrerriano, Rubén Almará, no ha ocultado su nerviosismo por las dos últimas ediciones de la revista ANALISIS. Hace más de dos meses que casi diariamente se refiere despectivamente a este medio, como represalia por las publicaciones, pero nunca dijo una sola palabra de respuesta sobre los 13 contratos que tenía en la Cámara de Diputados hasta el final del mandato como presidente del cuerpo de Sergio Urribarri.
O sea, a través de su mano derecha en la radio, el asesor del Senado -con 154.000 pesos de sueldo en la mano, mensualmente, aunque no pasa por las oficinas de la Cámara Alta desde la anterior gestión-, lograba sumar un importante caudal de dinero, que administraba a través de su lugarteniente Héctor Perecuhena, por más que figuraran buena parte de sus familiares directos y unas pocas personas de la radio de su estrecha confianza.
Entre parte del 2017 y buena parte del 2018 y 2019, llegó a sumar unos 500.000 pesos mensuales, solamente de contratos, aunque ello venía sucediendo desde el inicio del último mandato urribarrista, con montos menores. Antes, en el período de diputado provincial 2011/2015, otras fueron las cifras de los contratos, pero se repetían algunos de los protagonistas. A partir del 1 de enero de 2015, con Urribarri como presidente de la Cámara Alta, Almará tuvo el beneficio de los contratos, con montos superiores, entre los cuales aparecen sus hijos, su esposa, al igual que su cuñada, la empleada doméstica de su casa y personas vinculadas a radio La Voz, que también percibían, a la vez, remuneraciones en la Municipalidad de Paraná. Es decir que figuraban con un doble ingreso, aunque seguramente el dinero no les llegaba a ellos. Su mujer y sus hijos son empleados de planta permanente en el Ente Provincial Regulador de Energía (EPRE), con sueldos superiores a los 120.000 pesos mensuales y a la vez disponían de contratos legislativos con montos mayores a los 50 mil pesos, por lo menos entre 2017 y 2018. Cada uno de los datos constan en la causa de los contratos legislativos, en los informes bancarios.
Todos esos contratos eran cobrados en su totalidad por Peruchena, su hombre clave en la emisora, conocido artísticamente como Héctor del Solar, que ya declaró en la causa contratos y cuyo testimonio puede tener derivaciones en el juicio oral, cuando ello se concrete. Entre el 1 de enero de 2015 y el 30 de septiembre de 2018, Peruchena cobró para allegados directos a Almará la totalidad de 5.916.881 pesos, según figura en la causa. O sea, un promedio de 131.486 pesos mensuales, que fueron variando por la inflación. La preocupación del asesor del Senado es por el hecho de que lo puedan citar a declarar para que brinde explicaciones en torno a esos ingresos de dineros públicos.
En realidad, desde 2004, en que Urribarri asumió como ministro de Gobierno y luego fue dos veces gobernador, el exdiputado tuvo ingresos millonarios como nunca en su vida. Junto con su mujer es propietario de un total de cinco viviendas, a partir de la herencia familiar por uno de los inmuebles. Luego fueron sumando las demás, con fuertes inversiones, porque era un lugar antiguo, prácticamente destruido, que lo transformaron a nuevo, con numerosas remodelaciones. Ello incluye la radio y sus adyacencias, con patios de más de 35 metros, piletas, quinchos, gimnasios, y estacionamientos. Toda la familia habita cada una de esas viviendas de calle Urquiza al 1300 y dispone de lugares para los 8 vehículos de alta gama que la familia Almará tiene registrados -según consta en el organismo oficial pertinente-, tanto a su nombre (dispone de dos Chevrolet y un Audi A5); como de sus hijos (uno de ellos tiene 3 vehículos y el restante dispone de uno solo) y otro Audi A3, que está a nombre de su esposa.
Ese alto nivel de vida -muy distante al hogar humilde donde creció, con tradiciones castrenses- lo llevó a realizar innumerables viajes al exterior en los últimos diez años, siempre acompañado de la totalidad de su familia. Fueron cerca de 25 viajes al exterior, con destinos, fundamentalmente, a Panamá, Perú, Chile, Brasil e Italia. La mayoría de ellos fueron viajes de escala, porque luego siguió con otros destinos a Europa, América Central y Estados Unidos. Hasta el 2009, Almará había hecho un solo viaje a Italia y Brasil. Al país europeo salió en Alitalia y retornó en un “vuelo especial” a los ocho días, en diciembre de ese año. Pero desde el 2011 hasta mediados de 2019 pasó 40 veces por Migraciones, a lo que pudo acceder esta revista, en un informe oficial. O sea, la última gestión de Urribarri, en que fue diputado provincial del PJ y parte de la primera administración de Gustavo Bordet.
Cabe acotar que en el 2008, Almará fue removido de su cargo como presidente departamental del partido en Paraná por agraviar públicamente a Estela de Carlotto (candidata al Premio Nóbel de La Paz) y reivindicar a la Triple A de López Rega. Lo hizo desde los micrófonos de LT14, la radio estatal, lo que motivó su inmediata salida, por decisión del propio kirchnerismo. De hecho, hacía tiempo venía cuestionando agresivamente la reapertura de causas contra militares y civiles responsables de delitos de lesa humanidad durante la última dictadura, que también se impulsaron desde el gobierno de Néstor Kirchner. Almará tiene un familiar directo que perteneció al Ejército Argentino.
En 2013 fue criticado nacionalmente por su proyecto de censura de las redes sociales. En tanto, a principio de 2014 fue protagonista de un nuevo escándalo nacional, luego de realizar una misógina entrevista en la que justificó la agresión a las mujeres y llegó al punto de acosar a una menor empleando un lenguaje de alto contenido sexual. El escándalo llegó a los principales medios del país. Rápidamente fue calificado como el “dipudegenerado” o “dipuguarango”.
(más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS)
