Al menos una quincena de líderes de organizaciones de narcotráfico está condenada: a algunos les queda mucho tiempo de encierro, y otros están con salidas, cerca de quedar totalmente libres. La mayoría son reincidentes en el mismo delito, incluso cada vez más especializados. ¿Qué será de Entre Ríos cuando vuelvan a las calles y se sumen a los que nunca fueron alcanzados por la Justicia? De Paraná a Concordia, de Sterz a Tacuara, un repaso por cada condenado y algunos intocables.
J.A.M.
En la última década han sido condenados unos 15 narcotraficantes como organizadores de bandas o con un rol preponderante en las mismas, que están presos, con permisos de salidas o en la última etapa del cumplimiento de las penas que les impuso la Justicia Federal. En algunos casos, han continuado en el negocio ilícito desde el encierro y están con otras causas en trámite o nuevas condenas. El dato sobresaliente es que, de esa quincena de nombres, al menos 10 han reincidido en el delito de tráfico de drogas, como si dedicarse a otra cosa ya no se les presentara jamás como una opción en sus vidas. Entonces, vale preguntarse qué sucederá dentro de unos años en Entre Ríos cuando algunos de ellos comiencen a recuperar la libertad e intenten, si piensan hacerlo, retomar sus contactos, rearmar sus bandas para el narcotráfico; y cómo quedaría el panorama en la competencia con los nuevos protagonistas que han surgido en estos últimos años y aún no han sido alcanzados por investigaciones, o estas no lograron encarcelarlos.
Uno de los personajes más emblemáticos es Roberto José Sterz, quien tiene casi 70 años y en los últimos 20 ha pasado del contrabando de autos al tráfico de drogas, y llegó a ser el cerebro detrás del desarrollo de cocinas de cocaína en Entre Ríos. Conocido como El Viejo o El Ruso, es una leyenda en el hampa provincial, que se desarrolló el narcotráfico sin tener jamás la necesidad de disparar un solo tiro (al menos en lo revelado en las causas). Pero le ha tocado perder varias veces. En septiembre de 1999 el Tribunal Oral Federal de Paraná lo condenó por contrabando calificado; en junio de 2002, lo sentenciaron por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y organización para transportar y comercializar estupefacientes” a 10 años de prisión, y tenía otra causa por infracción al Código Aduanero que le valió otra condena por la Justicia Federal de Formosa en abril de 2003.
Aunque sin dudas la sentencia más relevante ha sido la que le impuso el TOF de Paraná por la cocina de cocaína hallada en un campo de la zona del Acceso Norte, donde se hallaron varios kilos de pasta base y precursores químicos, con capacidad para producir suficiente droga para abastecer a toda la provincia. Por esto, Sterz se encuentra preso desde mediados de agosto de 2011 y en 2013 lo condenaron a 10 años de prisión. Por su buen comportamiento dentro de las cárceles, ha obtenido calificaciones ejemplares y fue logrando beneficios como salidas socio familiares y, en el último período, fue incorporado al régimen de semilibertad, con salidas varios días por semana a trabajar en su negocio de electricidad. Estos avances se desmoronaron a partir de la reciente causa en la cual fue procesado en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay como jefe de una banda narco que traficaba cocaína entre Paraná y Concordia. La Cámara Federal de Apelaciones había revocado el procesamiento por falta de pruebas, pero el Juzgado lo volvió a procesar con los mismos argumentos.
(Más información en la edición gráfica número 1109 de la revista ANALISIS del jueves 5 de diciembre de 2019)
