El nogoyaense pasó la mayor parte del año internado en Rosario. El Brujo, como se lo conocía en sus años mozos de jugador, debió ser intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones y superó ambas: primero de un tumor en la zona del colon y después de una trombosis intestinal, que según contó, lo ubicó en el umbral de la muerte. ANÁLISIS charló con el entrerriano y, además de repasar el delicado momento que de a poco va dejando atrás, habló de su gran amor, la pelota, Newell's, River y Lionel Messi.

Álvaro Moreyra

Roque Raúl Alfaro, El Brujo para esos que peinan canas, es uno de los mejores jugadores que entregó la provincia de Entre Ríos y no solamente al fútbol argentino, también al del mundo porque supo brillar en equipos de otros países.

Los que son un poco más viejos, que todavía añoran el fútbol y el estilo de los años de los 70’ y 80’, recuerdan a Alfaro como un endemoniado wing, con una habilidad y una picardía propia de pocos y que lo convirtieron en ídolo de Newell’s, club del cual es hincha, y también ser una de las piezas fundamentales en el histórico River Plate de 1986 que levantó la primera Copa Libertadores de América para la institución y meses más tarde se consagró campeón del mundo en la ya desaparecida Copa Intercontinental y la Interamericana.

También, a lo largo de su carrera, jugó en el exterior y defendió los colores de Panathinaikos de Grecia (en 1981), América de Cali de Colombia (ganó dos títulos locales entre 1981 y 1983) y O’Higgins de Chile (allí se retiró, jugó entre 1990 y 1992).

Después comenzó el camino como entrenador, pasó por varias instituciones, incluida su Newell’s querido, aunque de manera interina. También se lo recuerda como ayudante de campo de Américo Rubén Gallego, tanto en River como en Independiente. Además tuvo un intenso recorrido por el fútbol de Centroamérica y el ascenso de la Argentina. Un breve recorrido de su historial como DT dirá que últimamente estuvo trabajando en Cultural de Crespo, donde arrancó un trabajo a largo plazo con el objetivo de ir formando jugadores.

Fueron muchos años dedicados al fútbol profesional, donde ganó muchos torneos, se destacó en otros tantos y formó parte de grandes equipos, de todos modos, ninguno de los partidos que disputó fue tan complicado como el que afrontó en los últimos meses, donde ni más ni menos tuvo que jugar para quedarse en el mundo de los vivos. 

Una batalla que aún persiste

Alfaro viene de atravesar un momento durísimo en su vida. La peleó contra una enfermedad, que después desencadenó en otras complicaciones que lo tuvieron a maltraer hasta no hace muchas semanas. Hoy el ex futbolista está en pleno proceso de recuperación, mucho mejor por cierto, y lo dejó bien en claro en la extensa entrevista que realizó con ANÁLISIS.

(Más información en la edición gráfica número 1108 de la revista ANALISIS del jueves 21 de noviembre de 2019)