Claudia Martínez
(Especial para ANÁLISIS)
Martín Sergio Bustamante recuperó su nombre después que se murió su padre. Así tiene que firmar: Martín.
Tiene 64 años, casado con Elena Pedroni, desde hace 34 años, su novia de toda la vida, desde los 15. Tiene dos hijos: Juan Martín, de 33 y Anita, de 31, quien siempre lo acompaña.
Con ese tono característico de los Bustamante, cansino y tranquilo, Sergio nunca perdió la sonrisa y se prestó a dialogar con esta revista en su oficina de calle Tucumán, el lugar que su padre soñó y que tuvo varios vaivenes para llegar a lo que es hoy.
“Esta oficina, este lugar, surge como necesidad de comenzar una empresa familiar. En el ´83 con el comienzo de la etapa democrática llega a mi casa un telegrama colacionado del gobernador Sergio Montiel. Él nombra como encargado de prensa a Manuel Arrías, él no estaba preparado para competir profesionalmente con un tipo como Martín Bustamante y no tuvo mejor idea que prohibirlo a Martín en Lt 14”, cuenta al relatar los comienzos de esta empresa familiar.
A partir de ese momento dejan de tener el sustento diario para la familia. “Entonces mi papa se cruzó a Santa Fe y fue a verlo a don Marcos Bobbio director del entonces Canal 13”, cuenta al dar detalles de los inicios de Martín, su papá. “Mire Don Marcos me quedé sin laburo”, le dijo. “No te hagas problema Martín, venite a hacer algo con más continuidad. Hacete un programa que llegue a toda la gente y aproveche que tus colegas no salen de los bulevares y nadie sabe aprovechar el área de influencia de Canal 13. Hacete uno por mes y ponele Los especiales de Martín Bustamante, que nadie te va a copiar porque tiene tu nombre propio”, le dijo sin saber que comenzaba a nacer una marca registrada.
“Y Martín Bustamante tenía esa formación de haber sido militar, de haber pasado por necesidades, de aceptar desafíos y de meterle pata para adelante”, dice hoy su hijo.
A Sergio entonces le faltaban pocas materias, apenas cuatro, para recibirse de médico veterinario. Y su padre lo sumó al proyecto de la empresa familiar. “Mi viejo hizo un gran desafío, vivir del periodismo sin hablar de automovilismo. Él quería demostrarle a los pilotos y a todos los vinculados con el automovilismo lo que él había hecho, pero le jugaron una muy mala pasada. El autódromo de la ciudad de Paraná es gracias a él. Surge que al hacer un programa que tiene que ver con los sectores productivos me pide ayuda y así me integro con el contenido de la producción”, relata.
—¿Hoy, a este 2019, lo extrañas a tu papá?
—Por supuesto. Por eso lo tengo acá permanentemente. Cuando ando laburando tengo la imagen de él; cuando cometo desaciertos y en los sinsabores; cuando paso un momento difícil; cuando retrocedo… me acuerdo siempre de él. Me inspira permanentemente.
Martín era un gran compañero de trabajo, un gran compañero para sus hijos, pero nunca actuó como papá mandante sino todo lo contrario. Hasta el día de hoy, la gente se acuerda de Martín Bustamante, un personaje y un gran laburante. Y Sergio lo describe como un compañero de trabajo, al que nunca le dijo papá sino Martín.
(Más información en la edición gráfica número 1094 de la revista ANALISIS del miércoles 17 de abril de 2019)
