Álvaro Moreyra

De un tiempo a esta parte es común verlos los martes y jueves por la noche en las instalaciones del Parque Escolar Enrique Berduc. Los sábados, en su cancha ubicada en el barrio Paraná V. Se los ve con una vestimenta que no es habitual por esta parte del mundo: camisetas grandes, números un poco más chicos y una pelota ovalada que no es la guinda de rugby. Es un poco más pequeña y se lanza hacia delante. ¿Raro?, sí.

Es que hace un tiempo llegó a la capital entrerriana una modalidad de fútbol americano: flag fútbol americano. Fue este año nomás, no hay que ir mucho tiempo para atrás, en enero comenzó a practicarse. Arrancó con apenas un puñado de jugadores y hoy son casi 30 los que entrenan y juegan un certamen con elencos de Santa Fe, como para comenzar a tener roce con equipos más experimentados para crecer.

Goblins se llama el equipo, el primero, que pocos meses después tuvo un hermanito menor, por decirlo de alguna manera, Gárgolas.

Ambos elencos nacieron casi al mismo tiempo, hoy soy una realidad que atraviesa un buen presente, pero que anhela un mejor porvenir, pues hay muchas ideas dando vueltas por la cabeza de los creadores.

Valentín Cano, Julián Basso y Valentín González fueron los que empezaron con el proyecto, más el aporte de Mariano Inchaustti. Cano fue quien mantuvo la charla con ANÁLISIS, la que recorrió varios aspectos de este nuevo deporte en la capital entrerriana.

Claro que en el arranque, como una manera de romper el hielo, el protagonista de esta entrevista se refirió a los orígenes de la cuestión, aunque no haya que remontarse mucho tiempo atrás.

Valentín Cano tiene 20 años, actualmente estudia el Profesorado de Educación Física y además es personal trainer. Con esto último, además de jugar, aporta lo suyo al representativo paranaense.

“La idea surgió a principios de este año, en los primeros días de enero y el 6 ya estábamos entrenando. Recuerdo que apenas éramos ocho en esa primera práctica y desde ese momento comenzamos a sumar mucha gente”.

—¿Cómo fue que se juntaron esos primeros ocho jugadores?
—Armé cosas en las redes sociales, invité amigos, conocidos de amigos y así se fue sumando cada vez más gente. El año pasado muchos de nosotros hacíamos la modalidad equipado, pero era sin el equipamiento que se ve por televisión que se utiliza en el fútbol americano de Estados Unidos. Es muy caro para comprar.

—¿Entonces decidieron disgregarse?
—Digamos que sí. Pasa que con el chico que coordinaba tuvimos algunas diferencias y decidimos abrirnos del proyecto y fue así que formamos nuestro propio equipo. La diferencia es que lo hicimos para jugar en la especialidad flag.

(Más información en la edición gráfica número 1090 de la revista ANALISIS del jueves 22 de noviembre de 2018)