Daniel Enz
Ese mediodía que le volvieron a decir que quedaba “detenido”, miró fijo al funcionario judicial, pero no dijo palabra alguna. Agachó la cabeza, con cierta resignación, observó casi de reojo a alguno de sus familiares directos, que después de largos años veían nuevamente esa dura escena y subió al patrullero que lo iba a derivar a la Alcaidía de Tribunales. Héctor Pitín Almada, suegro de Juan Pablo Aguilera –el cuñado del exgobernador Sergio Urribarri-, fue el primero de la familia que nuevamente cayó preso, pero no por delito de corrupción alguna, sino por “tenencia de arma de guerra”. En su automóvil, cuando le fueron a allanar su domicilio, en el marco de la investigación por los contratos legislativos truchos, había una pistola reglamentaria calibre 9 milímetros, cuyos papeles no figuraban en la casa familiar de calle Los Ceibos.
--Me la dieron en la Policía, cuando me retiré –fue la explicación que dio Almada, al ser hallada en la guantera del vehículo.
--¿Pero usted no había sido exonerado por armas de guerra? –preguntó uno de los policías.
--Sí, pero luego el gobernador Urribarri me recuperó para la fuerza y, tras ello, me retiró con el mayor grado policial (ver recuadro aparte). Allí me dieron el arma.
Almada estuvo no más de 24 horas en la Alcaidía. El último sábado fue liberado y será indagado en próximos días, según pudo saber ANÁLISIS.
En el urribarrismo se entendió como un claro mensaje desde la justicia. Sucede que Alejandro Almada –hijo de Pitín Almada- es la persona más complicada del clan Urribarri, en el affaire de los contratos. Es quien más aparece en los papeles encontrados en las viviendas allanadas a fines de septiembre, que derivaron en las detenciones de Hugo Mena, Flavia Beckman y Alfredo Bilbao, los principales eslabones del millonario fraude al Estado entrerriano. Y siempre con un rol determinado: Almada era uno de los que subían el dinero recaudado al núcleo de poder urribarrista. No era el único, pero tal vez el principal.
Alejandro Luis José Almada tiene 33 años y está en la Cámara de Diputados de la provincia desde agosto de 2014. Por esos días, Sergio Urribarri era el gobernador de la provincia y José Ángel Allende el presidente de la Cámara Baja. En el 2006, Almada fue nombrado por decreto como agente auxiliar de la Policía de Entre Ríos, sin curso previo y sin pasar por la escuela de suboficiales de Rosario del Tala. El decreto lo firmó el entonces ministro de Gobierno, Sergio Urribarri, en la última administración bustista. Estaba claro que era un favor al cuñado de su cuñado Aguilera, hermano de Ana Lía Aguilera, esposa del exgobernador. Fue destinado a Operaciones y Seguridad de la fuerza policial y en el 2008, a poco de asumido Urribarri, en su primer mandato, pasó a la Custodia Gubernamental, para secundar al exmandatario y hacer buenos viáticos. En el 2012 se fue de baja de la Policía de Entre Ríos y dos años después se sumó a Diputados.
(Más información en la edición gráfica número 1089 de la revista ANALISIS del jueves 8 de noviembre de 2018)
