Por F. K.
Organizar un espacio en el que más de doscientas personas se acercan para oír acerca de los escritores entrerrianos no es algo sencillo. De la Universidad Autónoma de Entre Ríos intervinieron la decana de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, María Gracia Benedetti y la Secretaria Académica, Marcela Cicarelli. Desde el Profesorado de Lengua y Literatura aportaron su trabajo las cátedras Introducción a los Estudios Literarios, Literatura Argentina II, Literatura Latinoamericana, Literatura Española II, Seminario en Literaturas Comparadas desde el trabajo dedicado de las licenciadas María Estela Reviriego, Gloria Cabrol y de las profesoras Daniela Giraud, Silvana Ferrari, Ana Bertoli, Dana Rodríguez y Graciela Iannuzzo. De manera transversal y comprometida se sumaron decenas de alumnos del profesorado. Y esto es solo por mencionar a quienes han colaborado desinteresadamente en llevar adelante este espacio de capacitación y de reflexión del que participaron (y participarán) docentes, investigadores, escritores, estudiantes que comparten sus producciones, que se acercan desde algún ángulo a nuestra Literatura.
Estas primeras jornadas nacieron como una inquietud derivada del equipo de investigación de Narrativa de medio siglo que dirige Alfonsina Kohan, quien tuvo la inquietude hizo lo necesario para que la iniciativa se armara con éxito. Con ella dialogó ANÁLISIS acerca de este momento en especial y sobre la Literatura comprendida desde la Academia.
—¿Por qué organizar estas Jornadas sobre Literatura Entrerriana en Paraná?
—Hay dos miradas que se juntan. Una es la mía, desde un interés personal que viene desde que era estudiante, de esta cuestión de no encontrar el motivo por el cual egresaba de la UADER leyendo muy poco de autores entrerrianos y por deseos personales. He seguido estudiando y mi objeto de investigación es sobre obras entrerrianas, he trabajado y sigo trabajando la obra de Juan José Manauta pero él es un escritor y a mí me parece que desde la universidad, desde Entre Ríos, desde la cultura tenemos una deuda con nuestros autores del pasado y también con los del presente. Nadie es poeta en su tierra, autores reconocidos mundialmente y que acá no se los lee. Es imprescindible rescatar las voces olvidadas y poner de relieve el presente, que merecen ser abordados y estudiados.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS del jueves 7 de septiembre de 2017)