Jorge Riani
Estas elecciones son muy raras. Los opositores nadan en el mutismo. Los “oficialistas” que rechazan el armado político de Rogelio Frigerio pronuncian las acusaciones más duras contra el gobierno de Mauricio Macri.
Cuando esta revista salga a la calle, faltarán tres días para la realización de las elecciones internas de los partidos políticos, en las que están obligados a participar todos los ciudadanos argentinos en condiciones de sufragar.
La sucesión de gobiernos, la alternancia política siempre aplaudida y valorada con el manual republicano en la mano, no garantizó ningún cambio estructural respecto de unos pocos temas que son decisivos para dibujar el esquema social de la Argentina. Nadie, por ejemplo, modificó la matriz profundamente centralista que lo determina todo en este país. Eso no son sólo palabras: son hechos palpables con la precisión de los números.
Desde la Casa Rosada, ayer y hoy, o desde algunas de sus palaciegas dependencias, alguien determina hasta la pavimentación de tres cuadras del más perdido de los pueblitos de cualquier provincia.
Algo no anda bien si todas las provincias están endeudadas con la Nación. Es decir que algo no anda bien en el caso de que efectivamente se considere que las provincias no deberían estar bajo el pie del Estado nacional.
El mecanismo que nadie quiere cambiar es el que determina que hoy el conjunto de las provincias estén endeudadas en el orden de los 80 mil millones de pesos ante el gobierno central, ese Estado que existe “por voluntad y elección de las provincias que lo componen”.
Entre Ríos está muy lejos de ser la excepción. De hecho es una de las provincias que mayor deuda acumulada tiene ante ese Estado cobrador de deudas internas y pagador de deudas externas: el Estado argentino.
En el primer semestre del año, los informes oficiales daban cuenta de que Entre Ríos debía 4.550.444.538. Esa astronómica cifra ubica al Estado entrerriano como la cuarta provincia con mayor endeudamiento, detrás de Buenos Aires, Jujuy y Santa Cruz.
Son 23 las provincias argentinas, por lo que Entre Ríos debe más plata al gobierno central que otros 19 estados provinciales.
Sin embargo, dentro del mismo período observado, es decir hasta el primer semestre del año, el Estado entrerriano estaba número once en la lista de provincias “beneficiadas” con el programa de refinanciación de deudas.
Estaba en el puesto 11 sobre 16, porque esta última es la cantidad de provincias que firmaron convenios de refinanciación. Es decir que la provincia gobernada por Gustavo Bordet no está entre las preferidas del gobierno de Cambiemos, evidentemente.
(más información en la edición número 1064 de la revista ANALISIS del jueves 10 de agosto de 2017)
