Álvaro Moreyra
Paraná es sinónimo de softbol. De hecho, decir que es la Capital Nacional del Softbol no es ninguna novedad, al menos para aquellos asiduos seguidores de la especialidad. Por eso es que el suelo paranaense es muy respetado y reconocido en el pequeño mundo que constituye esta disciplina dentro del escenario deportivo de la República Argentina. Eso también puede trasladarse al plano internacional.
Paraná no fue cuna únicamente de grandes softbolistas a lo largo de la historia de este deporte en el país, también lo es de instituciones que se dedican pura y exclusivamente a la actividad del bate y la pelota. Además ha dado grandes entrenadores. Aquellos que alguna vez se destacaron dentro del campo de juego, ahora lo hacen fuera del diamante, guiando a las nuevas generaciones que cada vez vienen más pulidas y mejor representan a la ciudad y al país en las principales competiciones a nivel nacional e internacional.
El suelo paranaense cuenta con clubes que están entre los mejores del país y, lógicamente, eso genera que los softbolistas que los integran sean de los más valorados y respetados, sobre todo a la hora de una convocatoria a un seleccionado, sea Mayor o Juvenil, masculino o femenino. No hace falta hurgar mucho para constatar que siempre hay paranaenses dando vueltas en alguna citación para los principales torneos internacionales, mundiales, Panamericano, o el torneo que sea a nivel selecciones.
No caben dudas de que el Mundial Juvenil que se celebró en 2012 en terreno paranaense marcó también un antes y un después en la disciplina, no sólo para los habitué del sofbol, ya que causó un efecto imitación en varios gurises y gurisas que apenas si sabían de su existencia y hoy se destacan en los diferentes clubes.
(Más información en la edición gráfica número 1051 de ANALISIS del jueves 24 de noviembre de 2016)