Álvaro Moreyra
Transitamos un año olímpico. Gran parte de los atletas y deportistas diseminados en el planeta tienen como objetivo cumbre los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Entre el 5 y el 21 de agosto los mejores de cada disciplina estarán en la ciudad carioca, en la búsqueda de la gloria, pues no hay mayor euforia para un deportista, cualquiera sea su disciplina, hasta las más profesionales, que colgarse una medalla de oro. Dan fe de ello Lionel Messi o Emanuel Ginóbili, uno es una mega estrella del fútbol y otro del básquetbol, ambos con contratos siderales en sus respectivos equipos. Sin embargo, a la hora de destacar sus logros más importantes resaltan la medalla dorada que se colgaron en Beijing 2008, el rosarino, y en Atenas 2004, el bahiense.
Desde Argentina serán muchos los que irán a la máxima cita del deporte con el objetivo de grabar su nombre en los momentos cumbres del deporte nacional. Sabido es que el contingente argentino cuenta con mejores expectativas en los deportes colectivos, que son los que mayores alegrías le han entregado al país en los Juegos Olímpicos. De todos modos, cada tanto aparece alguna sonrisa en los deportes individuales o en aquellos que no son de los considerados masivos.
El atletismo, en sus distintas expresiones, contará con varios exponentes. Alguien que tiene un pie y medio en Río es el concordiense Federico Bruno, pues solamente falta una competencia para saber si formará parte o no del representativo argentino.
A diferencia de lo imaginado, Fede no peleó por ingresar en carrera de pista, si no que lo hizo para correr el maratón. La especialidad por excelencia de los Juegos Olímpicos es una de las más esperadas durante la cita.
A lo largo de la historia, Argentina se caracterizó por tener maratonistas a cuentagotas, aunque no por ello dejaron de destacarse. Por caso, dos medallistas olímpicos que se subieron a lo más alto del podio, como Juan Carlos Zabala en Los Ángeles 1932 y Delfo Cabrera en Londres 1948, los primeros Juegos Olímpicos post Segunda Guerra Mundial.
Después, más acá en el tiempo, está Oscar Cortinez, más conocido como El Indio, quien fue ocho veces campeón argentino y en 2002 campeón Sudamericano.
No se debe pasar por alto a un entrerriano, nacido en la ciudad de Nogoyá, Antonio Silio, considerado el maratonista argentino más importante de las últimas décadas. Posee el récord sudamericano en los 5.000 y 10.000 metros. Entre sus logros más importantes figura un segundo puesto en el Mundial de media maratón de Newcastle 1992 y la victoria en el maratón de Hamburgo 1995.
Justamente en esa ciudad alemana corrió días atrás un comprovinciano del gran Antonio Silio, Federico Bruno, quien logró la marca mínima y quedó a un paso de ser integrante de la Selección Argentina en la prueba de maratón en los próximos Juegos Olímpicos.
(Más información en la edición gráfica número 1038 de la revista ANALISIS del jueves 21 de abril de 2016)
