Daniel Enz
La escena se produjo el sábado último de Semana Santa. Procedente de Madrid (España), en horas de la mañana, descendió las escalinatas el ex gobernador Sergio Urribarri y su hijo menor. Era un lindo día en la zona y la visibilidad era casi perfecta en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, denominado Cesáreo L. Berisso, pionero de la aviación uruguaya y ubicado a no más de 20 kilómetros de la zona céntrica de Montevideo.
Urribarri no tenía demasiadas maletas que acarrear y, de hecho, lo estaban esperando para llevarlo de regreso a Entre Ríos.
En los últimos años, el actual presidente de la Cámara de Diputados de la provincia optó como modalidad evitar el aeropuerto de Ezeiza de Capital Federal y acudir al de Montevideo. “Le queda más cerca el uruguayo y le resulta más práctico”, comentó un allegado. En ningún momento reconoció que, viajando por Uruguay, no dejaba registro de su salida en Migraciones de Argentina.
De acuerdo a lo recabado por ANÁLISIS en el vecino país, el ex gobernador hizo varios viajes al Uruguay en los últimos años, sin conocerse el destino de para qué lo hacía y en pleno ejercicio de la función pública. La mayoría de las veces lo hizo con vuelos particulares, pero también con vehículos que, a veces, no quedaban registrados en el paso de Concordia-Salto. “Sucede que, por lo general, los vehículos de la Gobernación pasaban por el costado del registro de ingreso y egreso. De esa manera, no siempre quedaban registrados. Además, no pocos empleados del puesto fronterizo responden políticamente a Urribarri, porque fueron hechos nombrar por pedido especial de él en esferas del gobierno nacional”, se indicó.
(más información en la edición gráfica número 1037 de ANALISIS del jueves 7 de abril de 2016)