Pablo Javier Canavelli
Sumergirse en la lectura de la poesía de María Aurora Gazzino, es ir a bucear en la calma de las palabras sencillas y lo denso de la profundidad que significan los sentimientos puestos en ellas. Los versos de este libro nos revelan una auténtica poeta que pone en juego lo más íntimo de su alma.
Ella vive la publicación de este poemario -y de hecho ha decidido titularlo así- como un regreso. Y a pesar de que cada uno de sus poemas es un volver -ella da la impresión de vivir en la nostalgia-, particularmente en estos versos parece resumir el sentimiento: “Recobrar esta espera perfumada / y el perfume sin par de lo esperado / descorrer el visillo postergado / y abrir esta puerta clausurada”.
En las palabras de la propia autora, en diálogo con ANÁLISIS, en este libro tiene “la sensación de regreso al ruedo literario, de reencuentro con la parte social de la literatura, porque en realidad considero que la literatura es un acto de soledad, pero que necesita de momentos como la publicación para que pueda salir al mundo y que ese mundo pueda apropiarse de lo que uno hace, que en definitiva es transformar lo inadvertido en objeto de emoción, eso es el arte”.
(Más información en la edición 1034 de la revista ANÁLISIS)
