Por L.G.G.
(Especial para ANALISIS, desde Gualeguaychú)
Martín Fernández nació el 10 de septiembre de 1976 y es hijo de una familia de clase media-trabajadora de Gualeguaychú. Tiene dos hermanos: un varón y una mujer. Está en pareja desde hace algunos años con Julieta Bahillo -hermana del intendente- con quien tiene un hijo. De profesión contador, aunque es esta su actividad secundaria, ya que desde hace 8 años esta abocado principalmente a cargos del Estado: los primeros 4 años como concejal del Frente para la Victoria -con mandato cumplido- y desde el 1 de enero de 2012, por pedido expreso del gobernador Sergio Urribarri, como gerente general para el Instituto Autárquico Provincial del Seguro, cargo que en la actualidad mantiene –y por el cual percibe más de 110.000 pesos mensuales-, aunque pretende ascender a director o bien ser el nuevo presidente de la gestión de Gustavo Bordet, tal como se lo manifestó a altos funcionarios, con los cuales estuvo reunido en las últimas semanas.
Fernández tuvo cambios de perfil. Hace no muchos años atrás había logrado un nivel de exposición importante, principalmente cuando se desempañaba como presidente del Club Juventud Unida y como integrante activo de la Comisión de Carnaval del País, al igual que en su vida personal como pareja de la hoy vedette entrerriana Evangelina Carrozzo, de la cual llegara a ser hasta su manager en recordadas y fugaces apariciones en el programa televisivo del conductor Marcelo Tinelli.
En cuanto a lo laboral, durante sus años de edil, también fue protagonista, identificado como uno de los fieles al intendente Bahillo que no se cruzó a las filas del bustismo.
Al ingresar en 2012 al Instituto del Seguro, Fernández bajó rotundamente su nivel de exposición y se dedicó de pleno al ámbito laboral, aunque también con algunos privilegios: todas las semanas está dos días en Paraná, solamente y el resto de los días los desarrolla laboralmente en Capital Federal y a veces en las oficinas del ente descentralizado, en Gualeguaychú, a las que hizo acondicionar a su gusto y placer. Su puesto de gerente general fue siempre codiciado por contar con una remuneración importante y por otorgar la oportunidad de contactarse con un espectro ilimitado de entidades y organizaciones que requieren los servicios de IAPSER. Siendo hábil para los números y los negocios, Fernández no desaprovechó la oportunidad y rápidamente se adaptó a las tareas del organismo, imponiéndole una mecánica de trabajo que dio crecimiento y expansión al ente autárquico y a su situación económica personal, en la que acumuló en poco tiempo decenas de millones de pesos en propiedades, entre ellas una gigantesca vivienda ubicada en calle Juan Domingo Perón al 300 (casi en el centro de Gualeguaychú) y su más reciente adquisición, una posada hotel en la zona turística preferencial de la ciudad en Avenida Parque y Borques.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del jueves 3 de diciembre de 2015)
