Silvio Méndez
Tan vasto y rico como sensible. Más de un millón de hectáreas de un territorio –algunos estudios indican hasta 1.740.000– que se extiende entre bañados surcado por capilares de río en lugares casi inaccesibles. Así es el Delta argentino, cuyo 75 por ciento aproximadamente de la extensión total se encuentra bajo jurisdicción entrerriana. Fértil, abundante en reserva de agua dulce y con una biodiversidad esencial para el equilibrio ambiental. Así es el Delta, cuya vida ha sido maltratada en los últimos años a la sombra del avance del negocio foresto agrario a escala intensiva. Terraplenes que se extienden por kilómetros, murallas que se alzan en varios metros, y el vertido de grandes cantidades de agrotóxicos ponen en jaque esta área privilegiada del planeta. Y si bien se han alzado voces de alerta y denuncias sobre los peligros que tienen como consecuencia las faraónicas obras de empresas multinacionales de explotación agrícola forestal en territorio insular, lo cierto es que los organismos del Estado hasta ahora han perdido la batalla por imponer un marco de regulación y resguardo.
Ante este escenario apremiante, con la intención de dar un golpe de timón a este infausto panorama, la Secretaría de Ambiente provincial anunció que este viernes 9 de octubre estaría presentando el Plan de Gestión Integrada para el Desarrollo Productivo Sostenible del Delta Entrerriano. La iniciativa, según se adelantó, plantea encarar una serie de tareas para el análisis y propuesta del ordenamiento ambiental para el manejo del Delta en la provincia. Tras un proceso licitatorio internacional, el trabajo lo llevará adelante la consultora CEDyAT, en un plazo estipulado de 11 meses. En ese período deberá elaborar un estudio y zonificación de las potencialidades competitivas del territorio; una propuestas para ordenar y gestionar; un monitoreo de biodiversidad y los procesos productivos, así como crear un observatorio del desarrollo del Delta. Por último, se apunta a elaborar un anteproyecto de ley que permita coordinar los instrumentos legales en función de normativas de necesidad para la correcta implementación del Plan de Gestión Delta.
Territorio
El trabajo para el Delta que ya ha sido encargado para su definición y propuesta se financia a través de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para lo cual se prevé un desembolso de 800.000 dólares.
(Más información en la edición gráfica número 1030 de ANALISIS correspondiente al 8 de octubre de 2015)
