Soledad Comisso
—¿Cómo te decidiste a seguir una carrera no tan clásica como bioinformática?
—Esto se remonta un poco a parte de mi infancia, porque desde chiquita tuve mi primera farmacia en casa, con un fichero, anotador y cajitas de remedios que me traía mi papá de su trabajo. Después eso se transformó en mis primeros archivos en la PC que tuve por el año 1994 o 1995 más o menos. La farmacia y la química siempre me interesaron y también la informática. La carrera de bioinformática surge gracias a mi mamá, porque en enero de 2005 estuve un mes en Londres perfeccionándome en el estudio del idioma inglés e intercambiaba e-mails a diario con ella, entonces en uno me dijo: “Creo que ésta es la carrera para vos”, y me envió un link. Yo no quería estudiar farmacia en sí, pero la bioinformática mezclaba el hecho de tener que resolver problemas, en este caso biológicos, utilizando métodos computacionales, así que me decidí a estudiar eso.
—¿Qué sentiste al ser la primera graduada en bioinformática de Sudamérica?
—Mucha emoción y orgullo, pero principalmente lo que uno siente es que esto se puede hacer, porque no es una carreras fácil, pero con un acompañamiento de la familia, con la formación que tuve en la primaria y secundaria, que me preparó para entrar a la facultad, también con mi grupo de amigos de la universidad, todo eso permitió que lograra recibirme. Es un gran orgullo ser parte de la primera camada de bioinformáticos y hasta hoy todavía me hace un poco de cosquillas recordar eso; es una gran emoción.
—¿Y cómo fue que el gobernador Sergio Urribarri te llamó para estar al frente de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación?
—Esta historia no la he contado mucho, pero siempre que la recuerdo también me produce mucha emoción. Corría el año 2010, más o menos en julio o agosto, y recuerdo que un sábado estábamos con mi familia almorzando en mi casa y mirando el noticiero, donde salió el gobernador promocionando su página web y le pedía a la gente que le escriba y le cuente cómo era su vida diaria o lo que quisiera transmitirle. Así que entré a la web y le conté que formaba parte de una generación joven que se estaba formando en la universidad y que se había animado a estudiar una carrera nueva y rara. También le dije que ese año nos íbamos a recibir los primeros y que estábamos muy orgullosos de que esa carrera se dictara en una universidad pública. En ese momento Urribarri respondía los mensajes en formato video, así que respondió diciendo que estaba muy orgulloso de que los jóvenes se capaciten en la provincia. Al tiempo le escribí por Facebook para invitarlo a la presentación de mi tesis, pero no me respondió. Así que no me quedé con esa no respuesta y lo invité al acto de colación diciéndole que éramos la primera camada de bioinformáticos que se recibía. Yo estuve siendo parte de la organización de la colación, así que un día antes de la misma me llamaron desde la Facultad para avisarme que el gobernador iba a ir a entregar los diplomas. Yo estaba en Cerrito ese día y me acuerdo que me emocioné mucho, porque era la primera vez que un gobernador visitaba la Facultad de Ingeniería. El 17 de diciembre Urribarri estuvo en la facultad, en la colación de bioingenieros y bioinformáticos. Ése fue el primer contacto que tuve con el gobernador. El hecho de ser la primera bioinformática hizo que saliera en algunos medios que me hicieron notas y al año siguiente me llamaron desde la Secretaría General de Gobernación para informarme que Urribarri quería que yo formara parte del equipo técnico de la que en ese momento era la Agencia de Ciencia y Tecnología. En ese tiempo yo estaba por entrar a trabajar a un laboratorio de Paraná y estaba preparando una beca al Conicet, pero luego de pensarlo mucho y analizarlo con mi familia y mi novio entré a trabajar en ese puesto que me había ofrecido el gobernador, en abril del año 2011. Luego, en noviembre, un día él me llamó para ofrecerme un cargo en la actual Secretaría. Recuerdo que me animé a preguntarle si estaba seguro de ese pedido y me dijo muchas cosas lindas de mi carrera. Estoy hoy acá, en principio por mi formación técnica, pero también por mi formación política en mi paso por la facultad, donde siempre tuve una inclinación por la política y hoy estoy muy orgullosa de pertenecer a este proyecto donde se da tanto espacio a los jóvenes.
(Más información en la edición gráfica número 1028 de la revista ANALISIS del 10 de septiembre de 2015)
