Pablo Rochi
Desde muy pibe Javier Ortega Desio mostró interesantes condiciones para ser un jugador con proyección. Justamente, trascendió por su calidad, sus aptitudes y su deseo inocultable de crecer y no conformarse.
Tuvo la chance y con Los Pumitas jugó el Mundial Juvenil, después representó a la
Argentina con el equipo de Los Jaguares, como así también lo hizo con Los Pampas XV, en la prestigiosa Vodacom Cup, además de ser parte de innumerables giras con el seleccionado argentino de Seven.
No obstante, su aspiración mayor siempre fue integrar el plantel de Los Pumas para poder jugar el Mundial, la competencia más destacada de este deporte.
Días atrás, el entrenador de Los Pumas, Daniel Hourcade, oficializó el plantel de 31 jugadores para la disputa del Mundial de rugby Inglaterra 2015, en el que Argentina debutará el 20 de septiembre frente al último campeón del mundo, Nueva Zelanda, en el estadio Wembley de Londres.
La nómina terminó consagrando el gran objetivo del rugbier paranaense, quien sin dudas dio el paso más importante de su ascendente carrera deportiva.
Nacido deportivamente en el club Estudiantes, Ortega Desio habló horas después de conocerse el plantel definitivo de Los Pumas, el elenco argentino que ya está en la recta final de cara al Mundial de Inglaterra.
—Trabajaste mucho para vivir este presente y lo lograste. ¿Se puede explicar este momento?
—Creo que sí. Debo decir que estoy muy feliz y muy contento porque voy a poder cumplir un sueño, que como decís vos, hace tiempo que persigo. Desde que juego al rugby que pienso en la selección y en la posibilidad de jugar un Mundial, y ahora que ya fui designado siento que es un placer y un privilegio poder ser parte del equipo argentino que estará en el Mundial de Inglaterra. Estos son momentos que uno disfruta mucho, aunque también me va cayendo la ficha del lugar que ocupo y del certamen del cual voy a ser parte. Es una responsabilidad muy grande y un gran desafío para mí. Desde muy pibe soñaba con esta chance.
(Más información en la edición gráfica número 1027 de la revista ANALISIS del 27 de agosto de 2015)