Por JCB
El 20 de julio de 1995 se sancionó a través del Congreso de la Nación la Ley Nº24.521, denominada Ley de Educación Superior (LES). La norma fue resistida por un amplio sector de los ciudadanos universitarios de las distintas entidades educativas de la Argentina, sobre todo por ser parte de una sugerencia del Banco Mundial para que nuestro país se incluya en su programa global de regulación de la educación pública. Pero la Argentina posee una trayectoria de lucha en relación a la defensa de la universidad pública que proviene de la Reforma del ´18, ejemplo tomado luego por los distintos actores de Latinoamérica.
El movimiento estudiantil argentino se caracterizó por ser la vanguardia de la lucha por la universidad pública en el continente a lo largo de todo el siglo XX. En 1918, con la conformación de la Federación Universitaria Argentina (FUA) en pleno gobierno de Hipólito Yrigoyen, se desencadenaron una serie de acontecimientos que pusieron a los estudiantes en la escena de la historia de nuestro país.
Como punto de partida, en la Universidad de Córdoba, los dirigentes estudiantiles llevaron adelante lo que se llamó la Reforma Universitaria del ´18, que revolucionó el estado de situación de la época, trasladándose a la totalidad del país y siendo ejemplo en todo el continente. “Hombres de una república libre, acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana”, dice el primer párrafo del Manifiesto Liminar de la Reforma iniciada en la provincia del centro del país.
/// Mas información en la edición gráfica del jueves 11 de diciembre de 2014 de la revista ANALISIS