Jorge Riani

Colombianización. Así llama en la jerga policial al fenómeno que caracteriza a ciertos barrios paranaenses donde la droga se ha convertido en materia circulante, en motivo de desvelos de personas de las más diversas clases sociales, en objeto de transacción permanente, en blanco de atención a tiempo completo de jóvenes pobres, de adultos ricos, de mujeres, de varones, de adolescentes que viven en el lugar o que llegan con sus autos a hacer una transacción rápida y continuar su camino.

La adjetivación ligada a un país, familiarizada con un gentilicio, peca de caminar al límite de la discriminación. Colombia no es droga solamente, huelga decir. Colombia es un país dignísimo de Latinoamérica que alumbró la cultura universal con sus mejores cerebros.

¿Por qué le llaman “colombianización” entonces al fenómeno? Porque así como Colombia es el país de García Márquez lo es también de Escobar Gaviria y la red de drogas se adueñó de poblaciones enteras. Pero no sólo eso, una fuente policial indicó a ANÁLISIS que se llama colombianización por algo muy sencillo: la masiva presencia de personas procedentes del país de los cafetales que sobreviven con actividades ilegales.
Un informe de Inteligencia al que tuvo acceso esta revista da cuenta de un entramado de nombres y actividades donde la característica central de sus protagonistas es su origen colombiano. “Prestan plata en los barrios”, contó una fuente, para quien no hay dudas de que se trata de lavado de dinero proveniente de actividades ilegales, por caso la venta de drogas.

(Más información en la edición gráfica número 1013 de la revista ANALISIS del jueves 13 de noviembre de 2014)