Silvio Méndez
La historia de la provincia la suele señalar como mojón que marca un antes y un después. La conexión física con Santa Fe a través del Túnel Subfluvial Raúl Uranga – Carlos Sylvestre Begnis, sacó de la insularidad a Entre Ríos. Al mismo tiempo, a través del paso bajo tierra se salvó la injerencia de la jurisdicción nacional, que hubiera demandado un permiso especial para llevar adelante la decisión que tomaron los gobernadores de entonces tras un almuerzo de trabajo en los fondos de un tradicional comedor de Paraná.
La compañía alemana Hochtief AG llevó a cabo los trabajos entre 1961 y 1969, sobre planos confeccionados por la firma argentina Sailav SA. La construcción demandó las labores de unos 2.000 obreros, buzos, guías y trabajadores especializados. Entre otros aspectos, lo novedoso del sistema de ingeniería fue la disposición de un sistema de dique seco mediante el cual se colocaron 37 grandes tubos debajo del lecho del río, uniendo un tramo de 2.937 metros de longitud que constituyen el enlace. A medida que avanzaba la obra, con cada tubo que se ubicaba, la noticia era vivida como todo un hecho social que acercaba paso a paso el principio de nuevos tiempos.
El 13 de diciembre se cumplen los 45 años de inauguración de la mentada infraestructura. Y para la ocasión se preparan grandes festejos, dando continuidad a una cargada agenda de actividades iniciadas este año. Las autoridades de ambas provincias han dejado trascender que las celebraciones de fin de año serán el comienzo de lo que se espera será un majestuoso aniversario de los 50 años de vida del viaducto.
(más información en la edición gráfica número 1011 de ANALISIS del jueves 9 de octubre de 2014)