Federico Malvasio
Una nube de incertidumbre sobrevuela sobre los trabajadores de Redengas SA. Algunos movimientos y ciertas maniobras llevadas adelante con actores que ya han actuado en otras películas dan indicios de que no se está ante un típico conflicto gremial.
La historia se retrotrae bastante tiempo atrás al que los problemas salieron a la luz. Desde principio de año la empresa encargada de distribuir el gas en la capital provincial viene despidiendo a trabajadores. Todo en el marco de incremento tarifario de un servicio público indispensable que tiene un mercado cautivo de unos 51 mil usuarios. El tema cobró relevancia cuando hace un mes y medio la firma de origen italiano despidió a seis trabajadores en una situación, por lo menos, inaudita.
Empresa y trabajadores habían acordado en mayo un incremento salarial del 26%, que se aplicaría en dos tramos: un 16% a partir del mes de mayo y un 10% en agosto. El acuerdo implica el compromiso por parte de la empresa de sentarse nuevamente para continuar la discusión de la pauta salarial a partir del 15 de septiembre de 2014. El mismo quedó plasmado en un convenio colectivo que la firma homologó con la Federación de Trabajadores de la Industria del Gas Natural de la República Argentina (Fetignara). Esa homologación fue la llama que terminó convirtiéndose en incendio.
(Más información en la edición 1007 de la revista ANALISIS del 14 de agosto de 2014)