Luz Alcain
Googlear “Casa de las Mujeres”. Dar con la crónica repetida en todos los medios, el día de la inauguración, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Después de esa fecha, silencio. Nada. Ni en policiales. Ir lento por calle Alameda de la Federación. Un par de cuadras, con la firme convicción de que la casa ya no existe o que está resumida a una oficina pública gris, alejada de su objetivo. Alameda de la Federación 169. La casa está. Generosa. Robusta. Allí. Justo donde tantas mujeres felices salieron un día del brazo, atajando los flashes y las nubes de arroz. Allí, donde funcionaba el Registro Civil hay ahora un refugio para las víctimas de violencia de género.
Desde el 8 de marzo a la fecha pasaron 35 mujeres y 40 niños por la casa que depende de la Municipalidad de Paraná. En la actualidad hay siete mujeres y seis niños residiendo allí.
“La Casa de las Mujeres interviene ante una denuncia en sede policial o judicial. Trabajamos a pedido expreso de un organismo administrativo o judicial, aunque también hemos tenido casos de mujeres que llegaron directamente”, explicó Paola Sanfilippo, coordinadora general de la institución. “Lo esperable es que la mujer venga acompañada por un equipo. No nos pensamos como institución de atención primaria. Las mujeres, en general, llegan primero en situación crítica a una comisaria, a un referente barrial, a un centro de salud”, añade. Y Sandra Vela, coordinadora, psicóloga al igual que Sanfilippo, precisa que la casa se piensa para “un tratamiento especializado, de alto riesgo, que interviene cuando la persona no puede permanecer en su domicilio por riesgo de vida. La intervención es especializada, de urgencia, contundente”, resume.
(Más información en la edición gráfica número 1006 de ANALISIS del 24 de julio de 2014)