Jorge Riani
Este año ningún aspirante a convertirse en cura se ha sumado al seminario de Paraná. El fenómeno no es nuevo: tampoco el año pasado ni el anterior hubo ingresantes. Así, la población de estudiantes en la carrera sacerdotal de la Iglesia católica suma sólo 23 jóvenes en el Seminario Nuestra Señora del Cenáculo, instalado en Paraná. En Concordia la situación es más crítica para la Iglesia Católica, debido a que son solo once los jóvenes que estudian en el seminario de esa ciudad.
En la santafesina localidad de Rafaela, otro de los seminarios de la región, hay ocho estudiantes.
La falta de interés por la vida sacerdotal católica pone en vilo a la Iglesia de Roma y se expresa en una estrepitosa caída de ingresantes a los seminarios. Y eso no es un fenómeno privativo de la región. En todo el mundo cayó la matrícula en casas de estudios superiores que dependen de la Iglesia.
El rector de la institución confesional, presbítero Eduardo Rafael Jacob, admitió que la situación es preocupante para la Iglesia. “Hay múltiples motivos que confluyen en la falta de vocaciones sacerdotales: la pérdida de valores en general, pero también una creciente hostilidad con la Iglesia”, dijo a ANÁLISIS el directivo del Seminario.
Para Jacob el número de aspirantes a la vida curial es muy bajo, y es conciente de que en el universo de seminaristas no todos completan el ciclo. De modo que de es muy probable que de los 23 seminaristas sólo algunos lleguen al momento de la ordenación sacerdotal.
Más información en la edición gráfica número 999 del jueves 20 de marzo de 2014 de ANALISIS)