_¿Qué siente un artista, en este caso un grupo, al festejar 35 años ininterrumpidos de trayectoria?
_En lo personal me siento muy orgulloso del camino que nos animamos a emprender, porque es eso: el artista debe animarse a soñar y volar hacia lo desconocido, con su identidad propia, con errores y con virtudes, pero animarse a cumplir sueños. Es por eso que, en un punto, le doy gracias a mis dos hermanos, quienes me ayudaron a vivir a pleno esta experiencia de ser un artista popular. Gracias por haber compuesto mis escondidas canciones y que ellos las aprobaran para ser cantadas, grabadas y algunas ya se quedaron en el corazón de muchísima gente. No sé si muchos saben lo que se siente, la emoción que se experimenta cuando la gente canta una de tus canciones. Esa sensación la tuve y aún hoy la puedo sentir gracias a que los tres hermanos decidimos, en 1979, crear este conjunto.
_¿Qué objetivos se impusieron al nacer como grupo, cuáles cumplieron y cuáles les quedan por cumplir?
_En cada cumpleaños generalmente uno hace un balance. Y en este caso, al hacerlo emerge esa pregunta. Uno de los objetivos que nos propusimos fue, aunque nos costara mucho más, llevar siempre un mensaje musical de la provincia y del Litoral. Cantarles a nuestros poetas, a nuestros paisanos, al paisaje, al sentimiento de los entrerrianos, sus alegrías y sus tristezas, sus ritmos, sus bailes. En definitiva, llevar a todos los escenarios la cultura popular de esta zona del país, aunque quizás hubiera sido más fácil cantar las canciones folclóricas de moda, las canciones exitosas de otros intérpretes; quizás hubiera sido más cómodo copiar arreglos musicales y vocales, repetir como loro letras pegadizas sin sentirlas. Sin embargo, hoy los tres estamos satisfechos de haber elegido el camino más largo pero más firme. Cada letra que cantamos la parimos con el alma, sabemos bien cada frase y cada giro poético. Quienes nos escuchan, dicen: “Las Voces de Montiel”. Insisto, con nuestros errores y aciertos, tenemos una identidad propia y creemos de verdad que eso solito nomás no es poco. Cumplimos muchísimos sueños: viajar con la música por todo el país, cantar junto a próceres del folclore argentino, ser respetados desde un tiempo a esta parte en el festival folclórico más grande de Latinoamérica como lo es Cosquín, recorrer el país y actuar en los grandes escenarios, como también en las más variadas peñas regadas por nuestro territorio. Desde Jujuy hasta Pico Truncado del Sur, todas las provincias nos han convocado para que les llevemos el canto entrerriano. Hemos recibido innumerables distinciones y premios. Y el sueño por cumplir es simplemente ver a nuestros hijos crecer en la música con dignidad y que estén orgullosos de sus mayores.
Más información en la edición gráfica número 999 del jueves 20 de marzo de 2014 de ANALISIS)