Hugo Remedi
Las elecciones dejan siempre muchísimas secuelas. Una de ellas, quizás la más impactante, es la renovación de la plantilla de legisladores, funcionarios y jefaturas, con todo lo que ello implica.
En nuestra provincia, en algunos casos no debería ser demasiado traumático por linealidad de las sucesiones, sin embargo en otras comunas habrá convulsiones propias de la sinrazón de saber vivir en convivencia democrática.
Se vienen revanchas y ajustes de cuentas y críticas al que se va. Es inexorable y hasta una “sana” costumbre de la política vernácula, aunque suene patético.
El tiempo que media entre estas horas de triunfalismo oficialista y de desazón opositora servirá, cuanto menos, para ir replanteando el futuro de los protagonistas de la “trágica” comedia que se viene a partir del 10 de diciembre. Por un lado están los que empezaron a probarse los trajes de los cargos que tan generosamente ofrece la estructura del Estado tanto provincial como municipal; y del otro, los que empiezan a acomodar sus cositas para iniciar la mudanza de la retirada.
Para los del primer segmento hay un solo problema: no hay tantas sillas vacías como para tanta demanda y para los otros, la cierta posibilidad del ostracismo político. Quizás alguno de ellos pueda reciclarse y mantenerse con buen semblante en la siesta de la discreción hasta que amaine el temporal.
En un rato nomás se vendrán las renovaciones partidarias, y en dos años, las elecciones a diputados nacionales.
Decir “desocupado” en política es en general un eufemismo que sirve para ilustrar un estado de situación que tiene a los ganadores en la conducción y a los perdedores con conchabos de reciprocidad, lo cual les permitirá por un tiempo más evitar los tristes retornos a sus actividades habituales. Salvo los profesionales, quienes siempre tienen un mejor regreso a sus actividades habituales porque en realidad –salvo excepciones- no hacen de la función política una tarea full time.
La retirada de ocasión incluye casos emblemáticos como el del actual presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Jorge Busti; el actual intendente de Paraná, José Carlos Halle, los radicales Sergio Varisco, José Gustavo Cusinato, Juan Carlos Luchessi; dirigentes peronistas como Hugo Berthet, Santiago Gaitán, José Jodor, Juan Domingo Zacarías -del Movimiento Social Entrerriano-, Ana D´Ángelo (Gen), otros presidente comunales como Hugo Marsó, Juan Javier García, Faustino Schiavoni, Asunción Olmedo y Blanca Rossi, y también diputados nacionales y legisladores provinciales.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)