Luis María Serroels
(Especial para Semanario ANALISIS)

Así como un día nació el semanario ANALISIS, que con 21 años en la calle ocupa un lugar especial frente a las necesidades de la sociedad, hace 15 años se expandió la tarea creándose ANALISIS Digital, un sitio que, aprovechando las bondades de la inmediatez, se fue adentrando en el universo no sólo de la noticia sino también del informe especial, el comentario preciso y los procesos de la investigación periodística, una característica diferencial que se vale de columnistas, conformando un cuadro que explica por qué diariamente el sitio recibe unas 50.000 visitas.

Quien escribe esta nota aceptó ser parte de ese desafío, aprendió el modo de encarar este género y su formato y su material emergente. Pero esencialmente recibió una confianza sin restricciones desde la conducción, que se traducía en la posibilidad de ingresar a cualquier hora del día y cualquier día de la semana, cuando las necesidades lo demandaran y la avidez del imaginario popular lo estuviera aguardando.

Pero asimismo y a mitad del camino recorrido, fuimos depositarios de una labor especial que hoy nos regocija no sólo por el tiempo que lleva encontrándose cada fin de semana con sus lectores, sino porque lo que escribimos en La Lupa jamás fue objeto del más mínimo atisbo de censura previa ni reproche posterior.

Este espacio que nos conecta cada sábado, se expresa con la misma libertad y el mismo pluralismo que juega en todos y cada uno de los títulos y redactores. No es tema menor destacar que son varios los jóvenes de ambos sexos que encuentran en este ámbito una verdadera herramienta de formación profesional. Y como un lema, no se trata de arribar primero, sino de hacer las cosas bien, en su justa medida, con certeza, apego por la verdad y respeto intelectual. La primicia es una contingencia aparte que pierde entidad si no se actúa con seriedad y responsabilidad.

En innumerables circunstancias, ANALISIS Digital ha sabido buscar y hallar la forma de dar las respuestas que un gran sector de lectores exige en el tema que fuere y con la instantaneidad que la moderna concepción periodística supone. Es producto de la sana costumbre de posarse frente a la vorágine informativa con determinación, trazar las líneas editoriales y acordar las mejores respuestas que la materia requiere.

La priorización de las cuestiones locales (sin desdeñar otras latitudes que merezcan abordaje) y la búsqueda de las fuentes apropiadas y confiables es un asunto que se establece rigurosamente porque constituyen el ABC del trajín diario.

Han pasado ya tres lustros y con los lógicos tropiezos y alguno que otro mal trago (propios de una actividad plagada de escollos que desafían la imaginación y el coraje), este sitio se mantiene incólume y cargado con las mismas expectativas que llevaron a colocarlo en cada PC como una especie de sonoro acompañante. Quince años de un inagotable entusiasmo y conservando el mismo compromiso inicial.

Las revoluciones tecnológicas plantean problemas que el hombre se ingenia en resolver, pero no reemplazarán nunca y menos condicionarán los atributos que desde el factor humano se exigen como requisitos insoslayables para entablar esa relación apasionante entre un redactor y quien lo lee.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)