Álvaro Moreyra
Allá por junio de 2003 Unión de Santa Fe perdía con Nueva Chicago, en la 18ª fecha del Torneo Clausura, y retornaba a la B Nacional. Aquella dolorosa derrota en el Estadio 15 de Abril dejaba a media ciudad con las manos vacías, con la bronca de ya no ser, pero con la ilusión de volver. Ese equipo era conducido, paradójicamente, por Juan José López, técnico que hoy juega la Promoción por no perder la categoría con River, nada más y nada menos.
Hubo que esperar ocho temporadas para el regreso. En el medio muchas frustraciones y cachetazos que muchas veces dejaron herido al hincha. Sin ir más lejos, en la temporada posterior al último descenso, El Rojiblanco la pasó feo cuando debió enfrentar a Tristán Suárez por no bajar a la Primera B Metropolitana.
Si bien hubo que aguardar más de la cuenta, el momento llegó. El elenco santafesino dejó la Primera B Nacional y regresó al fútbol grande de la República Argentina.
El equipo de Frank Darío Kudelka fue el segundo mejor de la temporada. Sumó 69 puntos a lo largo de las 38 fechas del certamen, es decir que alcanzó más del 60 por ciento de los puntos en juego. Prácticamente imposible no ascender con esos números que verdaderamente meten miedo.
En la primera fecha, allá por agosto del año pasado, El Tate le ganó a Deportivo Merlo. Después llegarían tres caídas al hilo que sembrarían muchas dudas, sobre todo en los hinchas. De todas maneras la tranquilidad vino con tres triunfos consecutivos.
En las primeras 14 jornadas del campeonato el elenco santafesino alternó victorias y derrotas, hasta que en la 15ª logró una igualdad (1-1 con San Martín de Tucumán) y allí comenzaría un racha tremenda que lo catapultaría a los primeros puestos de las colocaciones.
Fueron 13 los encuentros que pasaron para que el equipo de Kudelka conociera la derrota (10 victorias y tres empates). En ese lapso alternó y compartió la punta con Atlético Rafaela (el otro equipo que llegó a Primera A).
En la recta final hubo un vaivén importante. Pasaron cuatro fechas de puras derrotas y los de atrás se acercaron. Sin embargo, reaccionó a tiempo, ganó cuatro de los últimos cinco partidos y si bien el ascenso se dilató más de lo esperado, El Tate volvió a la Primera A.
Cinco entrerrianos
Como ocurre en la mayoría de las categorías del fútbol argentino, siempre hay algún panza verde dando una vuelta olímpica o festejando algún ascenso. Como sucedió con Atlético Rafaela hace algunas semanas, el plantel de Unión de Santa Fe también contó con varios entrerrianos en sus filas. Son cinco, y la mayoría de la ciudad de Paraná, aunque solamente uno tuvo un papel preponderante en el ascenso del Rojiblanco.
A saber: el arquero suplente de Alejandro Limia, uno de los mejores en su puesto de la divisional, fue Ignacio Arce. Nachito, quien integró seleccionado argentino Sub 17 que participó del Mundial Nigeria 2009, le tocó atajar solamente en un partido: frente a Patronato en la séptima fecha (caída 2 a 0 en el 15 de Abril). Después siempre fue suplente del experimentado cuidapalos.
En la defensa estuvo el paranaense Walter Yacob, quien no tuvo muchas opciones de jugar. En tanto, Pedro Suárez, oriundo de Hernandarias, también integró el plantel de Kudelka.
En la mitad de la cancha jugó en cuatro ocasiones Emanuel Moreno, el juvenil fue tenido en cuenta por el DT después de un gran cierre el año pasado en la Liga santafesina. En la pretemporada Kudelka lo llamó y lo utilizó en cuatro oportunidades.
En tanto, en el carril derecho estuvo Fausto Montero. El Memo fue una de las piezas clave en el equipo ; el técnico lo paró como carrilero por derecha (todas las inferiores jugó de mediocampista central) y con su ida y vuelta constante brindó muchas soluciones, sobre todo al ataque de los santafesinos. De hecho, el paranaense terminó como el cuarto goleador del plantel con cinco gritos, muchos de ellos vitales en la campaña de Unión.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
