A. M.
A modo de sinopsis hay que decir que hubo tres reuniones entre las partes. En la primera se solucionó una deuda que se mantenía con el DT, era un premio por el ascenso logrado con el Rojinegro en mayo de este año, justamente a la categoría que milita en la actualidad.
En el segundo cónclave se limaron algunas asperezas en el aspecto económico, aunque no se llegó a un acuerdo definitivo. Es que había mucha diferencia entre lo que pedía el bonaerense y lo que proponía la conducción de la entidad paranaense. De todas formas, allí quedó prácticamente todo acordado, simplemente faltaba que el DT bajara un poco sus pretensiones y los dirigentes se estiraran un poco más en el ofrecimiento.
Ya en la tercera reunión, llevada adelante el martes por la mañana, se terminó de resolver todo y solamente restaba estampar la rúbrica. Y así fue, ese mismo día, por la noche, el flamante entrenador fue presentado nuevamente en sociedad y tomará las riendas de Patronato en las 20 fechas que restan para finalizar la temporada de la B Nacional.
Una tarea que no será para nada sencilla, aunque tampoco imposible. Es que El Santo es uno de los equipos recientemente llegados a la categoría y así como sube rápidamente en los promedios cuando gana un par de partidos seguidos, baja ostensiblemente cuando los resultados no se dan.
Fuentes tomará un plantel que está armado, que cuenta con una base importante de jugadores con experiencia, pero que todavía está pagando el famoso derecho de piso, es por eso que marcha anteúltimo en la tabla de la lucha por no descender.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)