Soledad Comisso
-¿Qué recuerdos tiene de su infancia?
-Mis primeros recuerdos son de Larroque, mi lugar de nacimiento. Allí hice la escuela primaria, donde era directora mi mamá, y después cursé el secundario en lo que antes era el Colegio Nacional. Era un pueblo donde nos conocíamos todos y tenía una gran cantidad de amigos. Mi infancia transcurrió como la de cualquier chico común de pueblo, con la diferencia de que cuando tenía 4 años falleció mi padre y mi madre tuvo que criar sola a los cinco hermanos varones que somos.
-¿Qué es lo que caracterizó a su madre?
-Mi mamá siempre fue una mujer optimista, con fortaleza y una integridad dignas de ser admiradas. Siempre tuvo muchas habilidades y además fue muy querida en el pueblo porque era muy solidaria, altruista y muy humana. Realmente fue una mujer digna de admiración que hizo lo mejor por todos nosotros.
-Tras la muerte de su padre ¿su hermano Atilio se hizo un poco cargo de la situación familiar al ser el mayor?
-Sí, Atilio (diputado nacional y precandidato a gobernador de la provincia por la UCR) fue quien llegando a la adolescencia tomó en cierto modo el rol de administrador cuando falleció mi papá. Fue una gran ayuda para mi madre y se dedicó a las tareas de administración del campo que teníamos a unos pocos kilómetros del pueblo.
-¿Pasaba mucho tiempo en el campo?
-Cuando era chico pasaba mis vacaciones en el campo. Recuerdo que con mis hermanos y algunos amigos ayudábamos en las cosechas; eran tareas que nos servían para compartir y divertirnos. A veces nos quedábamos varios días y era como una fiesta, porque se compartía mucho. Realmente fueron días muy lindos los que pasé allí.
-Estudió en Buenos Aires, ¿verdad?
-Cuando terminé la secundaria me fui a estudiar Arquitectura, hice un año, luego me tocó el servicio militar y después me volví a Larroque. Fueron años bastante feos porque no me gustaba la ciudad; me volví y mi madre me dijo que no podía quedarme en el pueblo sin estudiar ni trabajar, así que volví a Buenos Aires y comencé a estudiar Derecho, y finalmente en 1985 me recibí de abogado.
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