Silvio Méndez
Dentro de un prolongado y complejo litigio judicial por la propiedad del predio en que funcionara el balneario Los Arenales en Paraná, recientemente se ha forjado un nuevo e increíble capítulo de esta historia. La novedad surge no sólo por lo extravagante, sino por el carácter abiertamente irregular y discriminatorio de sus derivaciones. En este inigualable terreno junto al río –lindero a la traza por la cual cruza el Túnel Subfluvial–, un privado construye un lujoso country: Amarras del Sol. En su avance de obra, para separar el barrio privado del caserío contiguo, construyó un enorme murallón, de unos cinco metros de alto y aproximadamente tres cuadras de extensión. La obra fue objetada por un grupo de vecinos por segregacionista, ya que entienden se realizó para “tapar a un vecindario pobre”, así como el municipio, que ordenó demoler por irregular el paredón.
Pero este inusual hecho, que podría circunscribirse a una polémica entre vecinos ricos y otros humildes, encierra una disputa por la propiedad de un valioso terreno. Porque sobre el predio donde se construye el barrio privado, se encuentra pendiente una resolución judicial para determinar a quién corresponde su posesión, si a la provincia o al municipio. La definición sobre la potestad del terreno asimismo implica la legitimidad sobre el dominio que hoy posee el titular del emprendimiento inmobiliario.
Tras una serie de idas y venidas, actualmente la causa se encuentra en el Juzgado de Instrucción Nº 4.
Privatización
Esta historia puede remontarse hacia 1957, cuando se realizaron las mensuras para proyectar el enlace con Santa Fe. Los Arenales nace como playa y camping cuando, producto del refulado de arena por la obra de construcción del Túnel, este sector pasó a ser una zona de bañados y anegadizos a un lugar para el disfrute al aire libre. Hasta principio de los ‘90, los veraneantes disfrutaron de la costa del lugar, caracterizada por sus aguas cristalinas.
Más recientemente, la controversia se sitúa en 1997, cuando el empresario Sergio Gregorio Lifschitz adquiere a la Municipalidad de Paraná el lote en discusión. En rigor, el municipio habría mensurado (en el año 1965) como propio algo que le pertenece a la Provincia. En 2000, el entonces intendente Sergio Varisco, autoriza la construcción de un barrio privado en ese sitio.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)