Soledad Comisso

-¿Cómo fue la experiencia de declarar en el juicio oral y público de la Masacre de Margarita Belén?

-A este juicio lo vivimos con mucha expectativa porque hace muchos años que estábamos en la búsqueda de la verdad y la justicia por la Masacre de Margarita Belén. Esta búsqueda fue iniciada por mi madre (Amanda Mayor) y nosotros, los hijos, siempre estuvimos acompañándola de cerca. Y ante el fallecimiento de ella, tomamos la posta y seguimos en esta búsqueda.

-¿Cómo fue tu declaración?

-La semana pasada empezaron a declarar los testigos, que son en total 105, y yo fui el primero. Hice la presentación de una grabación que desvirtúa toda la farsa oficial que tiene que ver con el supuesto traslado que se hizo, donde dicen que había sólo 13 detenidos y que hubo una emboscada. Esta grabación es de un ex conscripto, Alfredo Maidana. Él le contó a su hija de los operativos en los que participó y que el día de la masacre lo llevaron a la ruta para matarlo, porque tenía que haber muertos de ambos bandos, pero un oficial lo salvó. Maidana le cuenta a una de sus hijas que quería escribir un libro con esta historia de la masacre, y por esto, el actual ministro de Educación chaqueño, Francisco Tete Romero, le hizo un reportaje que luego le entregó a mi madre, pero en ese momento ella se enfermó y esto quedó olvidado. Ahora nosotros encontramos esta grabación y nos dimos cuenta de lo importante que es esta prueba, porque rompe con la versión oficial. Él cuenta que en realidad no eran 13 personas, sino que esa noche vio salir a 30 en tres ambulancias militares. Además dice que vio los autos que supuestamente eran los que después hicieron la emboscada. Y señala que ya se sabía que iban a ser fusilados. Esto va a dar un giro muy importante a la causa. Además cuenta que cargaron cuerpos en un unimog y que en una de las ambulancias los detenidos no querían salir y empezaron a pedir clemencia, pero los fusilaron ahí adentro. En la versión oficial las ambulancias no figuran. En esta grabación se habla también de una reunión que hubo previamente para cerrar toda esta operación. Además, hay un fotógrafo de Criminalística a quien le piden, el día anterior a la masacre, que prepare el equipo porque a la mañana siguiente tenía que ir a sacar fotos a la ruta. Ese día sacó las fotos y a la tarde también le hicieron sacar en el cementerio, donde estaban los cuerpos. Esta persona nos indicó dónde podría estar la fosa con los cuerpos, pero no la pudimos encontrar. Estimamos que podría estar en la zona donde ahora hay oficinas de administración.

-¿Qué sentiste frente a los asesinos de tu hermano?

-Yo no los miraba a ellos, los nueve imputados estaban a dos metros de mí, pero no los miré porque en los días previos sólo tenían miradas de burla y risas. Ni siquiera tienen un mínimo de arrepentimiento de lo que hicieron. No siento odio por los asesinos de mi hermano. Creo que son unos criminales y la peor bajeza humana, pero no me desgasto en odiarlos.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)