Pablo Rochi
Fueron grandes deportistas entrerrianos, trascendieron a nivel nacional y dejaron su sello bien marcado. Sus hijos heredaron el talento, la capacidad y actualmente también vuelan alto. Se trata de padres reconocidos y que hoy, ya fuera de la actividad, siguen estando en el candelero gracias a la trascendencia que tomaron sus hijos.
En nuestra provincia Aníbal Sánchez, Carlos Delfino, El Chuzo Luis González y Sebastián Uranga tienen muchas cosas en común: fueron grandes basquetbolistas, jugaron en Echagüe y salieron campeones argentinos con Entre Ríos en el 89. Con el paso del tiempo las coincidencias no se desvanecieron: hoy sus hijos son talentosos deportistas que a corta edad han logrado ser convocados a la Selección Argentina y tienen un futuro promisorio.
Uno de ellos, Delfino, tiene un hijo súper famoso, que tocó el cielo con las manos y hoy juega en la NBA. Viene de cumplir una muy buena temporada en los Milwaukee Bucks, luego de pasar por el Kimki de Rusia, donde tiempo atrás firmó un contrato por 30 millones de dólares por tres años.
El siempre recordado Aníbal Sánchez, el goleador González y el guerrero Sebastián Uranga cuentan con chicos que recién dan los primeros pasos hacia el futuro.
Acaba de celebrarse el Día del Padre y qué mejor que homenajear a aquellos grandes deportistas que también dejaron su legado en sus hijos.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)