El ahora ex escribano personal del poderoso empresario periodístico Orlando Vignatti –principal accionista del diario Ámbito Financiero y con participación económica en diversos medios de Entre Ríos y Santa Fe- se hartó de diferentes situaciones y decidió radicar una denuncia penal en Paraná. En el extenso escrito, de casi 40 carillas al que accedió ANALISIS, Carlos Emilio Torrealday reconoce haber sido testaferro de Vignatti en diferentes negocios, denuncia aprietes, extraños robos a su lugar de trabajo con la desaparición de documentación importante y hasta la mediación de sectores del gobierno entrerriano para que el agua no llegue al río.
D. E.
El escribano Carlos Emilio Torrealday es un hombre conocido en el círculo de profesionales de Paraná. Oriundo de esta capital, aunque con varios años de trabajo en La Paz –donde llegó a ser socio del padre del actual vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Emilio Castrillón-, vivió allí por varios años. Torrealday llegó a La Paz a principios de la década del ’70 y con el golpe de Estado del ’76 fue nombrado jefe del Registro de la Propiedad de dicha ciudad. Ligado a los sectores castrenses y a la Iglesia, posteriormente retornó a Paraná, donde rápidamente hizo alianzas, entre otros, con el ex funcionario bustista, Oscar Horacio Mori -condenado por la justicia entrerriana, por el desvío de dos ATN millonarios- y luego trabajó para el empresario periodístico y ex operador de Víctor Reviglio en el Banco de Santa Fe, Orlando Vignatti. Su rol, en las proximidades de Vignatti, fue clave para varias operaciones realizadas por el rosarino, en los últimos 12 años.
Sucede que Torrealday no sólo trabajo en el armado de un plan de compra de medios con sede en Entre Ríos (entre radios, diarios y canales), sino que también participó activamente como testaferro de Vignatti, para así evitar cualquier colisión con las exigencias de la vieja Ley de Radiodifusión instaurada en plena dictadura. También tuvo un rol preponderante en la compra de tierras en el departamento Villaguay y de un hotel en Miami.
Está claro que en los últimos años, las diferencias entre uno y otro se fueron profundizando y comenzaron a llover reclamos cruzados y hasta alguna denuncia. El escribano Torrealday (junto a su hijo Flavio, actual asesor de Vialidad Provincial) tuvo que afrontar situaciones complejas derivadas de negocios, cuyas deudas tendrían que haber sido cubiertas por el pool empresario de Vignatti, pero, al parecer, ello nunca se concretó y en consecuencia se acentuaron demandas. La gota que cubrió el vaso fue cuando el año pasado, el escribano sufrió un robo en su estudio donde, precisamente, desaparecieron libros de actas relacionados –vaya casualidad-, con negocios de Vignatti. Pero, a su vez, a principios del mes pasado, tuvo allanamientos judiciales en la búsqueda también de otros papeles comprometedores. Hay quienes sostienen que Torrealday se hartó y optó por radicar una denuncia ante la justicia entrerriana. Entre otros puntos, remarca:
--En el arranque, Torrealday pide que si se abre la etapa instructiva, se notifique de la presente a organismos tales como la ANSES, la AFIP y el Comfer, al considerar que “no solamente el “grupo Económico Vignatti” con la utilización de “testaferros” habría violado normativas del Comité Federal de Radiodifusión, sino que “hay más de 36 personas relacionadas con la actividad periodística que pueden llegar a constituirse como actores civiles y/o querellantes, para el caso que ellos presuman que han sido estafados en sus derechos”.
--Según consigna, el 1 de julio de 2009, en horas de la tarde, “se hizo presente en mi escribanía un oficial de justicia con una orden de secuestro de diversos libros de intervención extraprotocolar, emanada del juez de Instrucción José Eduardo Ruhl, secretaría a cargo de Ignacio Aramberry. Ello, a instancia de una denuncia efectuada por el Sr. Orlando Mario Vignatti en la ciudad autónoma de Buenos Aires y que finalmente se radicara en la ciudad de Paraná. Desconozco el tenor de dicha denuncia, pero una orden de secuestro de una escribanía es una medida de una gravedad extrema, toda vez que afecta y atañe a un fedatario público".
--Torrealday consigna que su vínculo “profesional, comercial y social con el señor Vignatti, data del año 1.995. He sido su escribano personal como así también de todas ó gran parte de sus empresas, habiendo intervenido en no menos de 58 actos públicos –escrituras, más negocios en dónde colaboré con él para que llevara a cabo. He sido incluso, testaferro y apoderado del sindicado en una de las sociedades periodísticas que constituyó, que hizo operaciones en ésta provincia de Entre Ríos.- Asimismo le he realizado gestiones de diversa índole, participando sobre todo en la compra de bienes raíces, ya sea en las compras de campos en esta provincia y de un edificio en la ciudad de Miami, en Estados Unidos”.
--En el escrito, el escribano dio cuenta de cada una de las 58 operaciones, la mayoría de ellas relacionada a la compra de medios en Entre Ríos (diarios en esta provincia y Santa Fe, como así también radios y canales de cable), como así también aporta detalles sobre los movimientos económicos de Vignatti. Cita, por ejemplo, la colaboración “profesional en la redacción de la minuta de oferta irrevocable de venta en la suma de U$S 1.300.000 del total de los accionistas a favor de Orlando Vignatti” o el depósito “en efectivo” realizado por el polémico empresario “en mi caja de ahorros del Banco de Galicia n° 4001661 / 6/ 080/9 el día 03 de marzo de 1997 de U$S 650.000”.
--También da cuenta de detalles en torno a la compra del Hotel The Caribbeans, en Miami, donde involucra en la operación a un ex funcionario del gobierno mendocino. “Después de un arduo gestionar en conjunto con Miguel Angel Lo Presti, quién entre 1991 – 1994: se desempeñó como secretario de Economía, Industria, Comercio Exterior e Inversiones del Gobierno de la provincia de Mendoza”, entre otros cargos, viajaron a la ciudad de Miami (Florida–USA) “en la búsqueda de edificios para reciclar como hoteles”. En ese marco relató que “Orlando Mario Vignatti, que en ese momento estaba formando ó había terminado de armar una empresa que creo le puso como denominación Lindor International, adquirió el ex Hotel The Caribbeans, sito en Collins Ave y 37 aproximadamente de Miami Beach (USA), en la suma de U$S 6.000.000. Para realizar los pagos comprometidos –acotó- se utilizaron transferencias de dinero y/o valores a través del Bank of BOSTON, sucursal Miami y si mal no recuerdo el otro era el Capital Group Bank. Viajamos a Miami con Vignatti el 26 de abril de 1997 y creo que cobramos nuestros honorarios en el segundo semestre de ese año o a más tardar a principios de 1998.- Para reciclar dicho edificio se gastó aproximadamente una suma aproximada en más ó en menos a los 6 millones de dólares”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
