Marcelo Comas
El Club San Agustín de Paraná inauguró hace unos días el flamante piso flotante en la cancha de básquet, cuestión que contribuirá a jerarquizar el nivel de esta disciplina y sumará nuevas voluntades a una actividad que supo brillar a principios de esta década. Después de golpear varias puertas insistentemente, la dirigencia del CASA logró concretar el sueño de toda una comunidad que respira al ritmo del deporte. Mientras se disfruta este gran avance en materia edilicia ya se diagrama el operativo regreso a la Liga Nacional Femenina, donde el club supo codearse con la gloria y ahora pretende recuperar el prestigio perdido.
El Club San Agustín de la ciudad de Paraná estaba detrás de un sueño que finalmente se concretó hace un par de días. La constancia se mantuvo a lo largo del tiempo -pese a las negativas de las diferentes gestiones- y por ningún motivo se bajó los brazos. No se entendía, por un lado, cómo algunos clubes se hacían acreedores del mismo beneficio y el CASA nunca llegaba. Así fueron avanzando las obras en Recreativo, Olimpia, Rowing y Ciclista, la mayoría con aportes del gobierno provincial en un programa que tiene como objetivo promover las actividades deportivas y sumar un mayor caudal de socios a cada una de las instituciones. Desde la cúpula directiva del club que se encuentra en el corazón de la barriada más importante de la capital entrerriana mascullaban bronca y vociferaban a los cuatro vientos que el pedido por el piso flotante se venía realizando desde 2001. Tanta agua pasó bajo el puente desde aquellos años signados por la crisis, incluida la época de gloria que marcó a fuego el básquet femenino de la institución de la mano del legendario entrenador Abel Ruiz. Uno de los principales impulsores de esta iniciativa fue Hugo Grassi, actual presidente del Club San Agustín, que a través de su alocución enumeró las diferentes gestiones que se pusieron en marcha para lograr la construcción del puso flotante.
Si bien reconoció que hubo que sortear diferentes obstáculos, entre ellos la burocracia oficial, el propio dirigente llenó de elogios la ayuda prestada por el gobierno de Sergio Urribarri.
Hugo Grassi lleva ocho años como primer mandatario del Club San Agustín, período durante el cual se consiguieron dos títulos en la Liga Nacional de Básquet Femenino y el nombre de la institución se llenó de grandeza deportiva. Pero, durante ese mismo lapso la entidad no tuvo el mismo progreso en materia de obras que sirven para proyectar en el largo plazo. Todo lo contrario, incluso la actividad de las diversas disciplinas pudo cumplirse gracias al esfuerzo de las autoridades, socios y padres que colaboraron en forma desinteresada. A modo de balance el vicepresidente de la Asociación de Clubes Deportivos de Paraná dio cuenta de todos los pasos que se fueron dando para darle forma a una obra que tiene mucho significado para una zona con mucha tradición en la capital provincial.
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