“En el municipio no se puede ser intendente por un ratito, se es intendente siempre y a cualquier hora”, dice con voz firme el presidente comunal de Paraná, José Carlos Halle (PJ). Su día transcurre íntegramente en su despacho o en los barrios, “atendiendo los reclamos de los vecinos”, por lo que no le queda tiempo para ir al cine, aunque se hace un lugarcito para la lectura: “Siempre leo antes de dormir”. Rememora con gran tristeza a sus compañeros desaparecidos durante la dictadura, cuenta que le quedó una secuela importante del Mundial de Fútbol de 1978, al punto de que cada vez que juega la Selección Nacional “me vuelven los recuerdos de esa época, porque sentí mucha tristeza que en ese momento muchos festejaran y otros murieran”.
–¿Cuántas horas por día le dedica al municipio?
–Le dedico todas las horas que puedo. Vengo entre las 7.15 y 7.30, me voy a las 14 ó 15, y vuelvo generalmente desde las 17.30 en adelante. A veces vuelvo a la Municipalidad otras voy a algún barrio, depende de las actividades que tenga ese día. Ahora con la campaña a la tarde, por lo general, recorro los comandos electorales o participo de las reuniones con la agrupación. La verdad es que el tiempo no alcanza, porque a mí me despiertan a las 3 de la mañana si se corta el agua en algún barrio o si hay algún conflicto. En el municipio no se puede ser intendente por un ratito, se es intendente siempre y a cualquier hora.
–¿Qué es más complejo de enfrentar en la comuna: las presiones del gremio o las respuestas negativas que puede tener su esposa ante alguna idea en la que no está de acuerdo?
–(Risas). Siempre es muchísimo más complejo recibir cuestionamientos del gremio o de otros sectores de la sociedad que de los compañeros del gobierno, tanto sea el caso de la secretaria de Gobierno como de cualquier otro funcionario.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)