Charles Parker
A mí me gusta este país así como es, con tantos negros hijos de puta que lo habitan. Yo no sé si me interesa ponerme a luchar por toda esta catanga, pero la verdad es que hay que ser muy triste, muy blanco, muy apátrida para soñar con Europa o con Canadá, para exigir que las cosas funcionen como en Suecia, si acá más del 80 por ciento de la población desciende de un obispo paraguayo y una cepa de dengue. Acá hay que amarse a brazos abiertos como en la cárcel de Coronda, poner un trapo entre las rejas para que no vea la Policía, y saltar en bolas y de cabeza con la ranchada. Acá llegó al tiempo de hacer muros con la cabeza de los indecisos, así se huele en la brisa, llena de olor a pata sucia y a sangre caliente, llena de ecos de la tormenta próxima. “Ay, yo no quiero vivir en Venezuela”, me dice una chica que trabaja de espécimen blanco para el PRO. Vas a llorar, mosquita muerta. A los que se quedan en el medio, parados en la esquina con carteles que piden “carnet por puntos”, se los va a llevar puesto un malón de mugrientos que van a ir corriendo a la inauguración del nuevo shuping en Ciudad Paisaje. Viva el shuping en Ciudad Paisaje. Ahí vamos a ir a comprar heladeras, y nos vamos a volver a casa con cuatro bolsas llenas de floggers, juntando la basura de camino. Mirá que los dirigentes son sicópatas, y mirá que a las zapatillas que uso no me las dieron por hacer piquetes, y mirá que yo-no-robo-yo-me-rompo-el-culo-todos-los-días-y-nadie-me-regala-nada, pero el temblor de la voz de los opositores, el miedo estúpido de los burgueses, ya hacen que valga la pena ser oficialista por tres meses. Y mirá que es duro ser oficialista free lance: tenés que dejar que todos los días una banda de peronistas analfabetos enfermos de poder te violen y te digan que lo hacen por tu bien, tenés que defender lo indefendible y tenés que sonreír cuando te acusen por blanco, y todo sin esperar ningún contrato a cambio. Y ya sé que no es por mi bien. Pero al menos es por el bien de los negros, que son la mayoría que habita este país.
(La nota completa se publica en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
