El asesinato que no fue

Edición: 
814
La muerte del coronel Larrabure y su consideración como crimen de lesa humanidad

Carlos del Frade
(desde Rosario)

El hijo de Argentino del Valle Larrabure insiste en que su padre fue asesinado por militantes del ERP. Su convicción ha llevado a que algunos integrantes de la Justicia Federal rosarina impulsen la idea de un supuesto crimen de lesa humanidad, cosa que no tiene nada que ver con lo que se desprende del expediente original del caso. Ante la nueva ofensiva para reinstalar la teoría de los dos demonios, es obligación moral e informativa dar cuenta de una de las peores y más infames campañas de falsificación histórica que terminaron justificando el terrorismo de Estado.

En la esquina de San Lorenzo y Dorrego, en la ciudad de Rosario, las paredes del ex Servicio de Informaciones de la policía rosarina tienen pintado un nombre: “Coronel Larrabure”. Es el apellido del entonces mayor del Ejército Argentino, Argentino del Valle Larrabure, hoy devenido en el símbolo más usado por la derecha argentina para reivindicar el genocidio. Sin embargo, a la luz de documentos celosamente guardados por ex militantes cercanos al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se puede reconstruir, por primera vez en 33 años, los últimos momentos de vida del oficial.

Según estos papeles y relatos, Larrabure no fue ni torturado, ni mal alimentado ni matado y apenas el cuerpo se descongeló –porque había sido puesto en una heladera– recuperó la fisonomía de un hombre normal y bien nutrido, según aportaron las fuentes consultadas. Al contrario: el testimonio de otro secuestrado por la organización guerrillera, compañero de cautiverio de Larrabure, da cuenta de la sorpresa que causó la muerte del oficial entre sus captores. Para ellos, los entrevistados para esta investigación, los mencionados datos deberían estar contenidos en el expediente cuyo rastro se perdió en Capital Federal hace muchos años aunque se originó en Rosario.

He aquí la historia de la invención de un asesinato que nunca ocurrió. Una mentira que todavía tiene ecos en la política y la justicia argentinas a casi tres y décadas y media de haberse impuesto en la conciencia del pueblo. La familia de Larrabure se merece la verdad y no que sea utilizada para justificar la ahistórica y falsa teoría de los dos demonios. Es hora que, en caso de existir, los expedientes judiciales en torno al caso tomen estado público porque no hubo ni torturas ni asesinato, se trató de una fenomenal maniobra política y psicológica tendiente a justificar el terrorismo de Estado que ya se venía preparando desde antes del 24 de marzo de 1976. Santucho decía la verdad: “Nuestro pueblo sabe que los guerrilleros no torturan a sus enemigos”. Estos son los detalles.

Los hechos

El 10 de julio de 1974, el Ejército Revolucionario del Pueblo produce la toma de la Fábrica Militar de Villa María, en la provincia de Córdoba. Allí fue apresado el subdirector del establecimiento, mayor Julio del Valle Larrabure. La guerrilla lo necesitaba como técnico para la fabricación de explosivos.

El 22 de agosto de 1975, el mayor Larrabure se suicidó estrangulándose con un cordel en la cárcel del pueblo donde se encontraba. El Ejército difundió que se lo había torturado. “Acostumbrado a torturar y fusilar a todo combatiente que cae en sus manos, el Ejército quiere justificar su miserable actitud atribuyendo falsamente a los revolucionarios los mismos métodos que él utiliza”, contestó el ERP.

Aquella madrugada

Era el 11 de agosto de 1975 cuando René Alberto Vicari fue secuestrado cuando se disponía a ingresar a su oficina en calle San Juan 2460, en la ciudad de Rosario.

–Policía Federal. Nos tiene que acompañar. Hubo un asalto en un banco y tenemos que averiguar –le dijo uno de los tres hombres que lo rodearon mientras le apuntaban con un revólver.
Lo subieron en su propio automóvil Renault Break e iniciaron una marcha que pasó por el Parque Independencia y tomaron por avenida Godoy, hasta que le vendaron los ojos.

–¡Pará, pará! Acá está la camioneta –escuchó Vicari.
–Ahora te vamos a cambiar de coche –le indicaron. Lo metieron en un cajón de madera y retomaron el viaje. Notaba que era un terreno barroso.

–Bueno, ahora te vamos a poner una inyección porque tenés que hacer un viaje muy largo…

A los pocos segundos, Vicari perdió el conocimiento.

Cuando despertó, el comerciante estaba en una pequeña habitación, amueblada con una cama, un banquito y un inodoro de plástico.

Le contaron que había sido secuestrado por el Ejército Revolucionario del Pueblo.

–¿Cuánto quieren por mi rescate?

–Mil millones de pesos –fue la respuesta.

Vicari notó que en el mismo sótano había evidentemente otro secuestrado, que tosía mucho y expectoraba y se quejaba para que bajaran el aparato de radio y que no prendieran el extractor de aire. Que en la noche del día 14 a la madrugada, aproximadamente a las 3, escuchó un fuerte grito e inmediatamente que era abierta la puerta de la otra habitación que se hallaba en el sótano.

Descendieron varias personas. Durante un largo rato escuchó conversaciones nerviosas. Todos fumaban mucho.

Después vino un médico. Aquella mañana, Vicari se dio cuenta que estaba solo.

Larrabure ya no estaba.

Ya nadie cantaba el himno nacional.

A las horas, sus captores se llevaron todos los trozos de soga, cables, hojas de afeitar y cualquier objeto punzante. No querían más sorpresas.

Aquel grito que escuchó fue ahogado, como un quejido.

El descubrimiento del cuerpo muerto de Larrabure desató un movimiento desacostumbrado.

Algo raro había ocurrido.

Sus secuestradores estaban preocupados, seriamente preocupados.

El 4 de setiembre de 1975, Vicari, al notar que no había nadie en el predio, saltó por arriba de una pared de madera. Subió la escalera hacia la planta alta y al no ver a nadie, salió corriendo por una calle de tierra.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

Deportes

Pato Fillol

El "Pato" Fillol recuperó los objetos que le habían robado, entre ellos, la medalla de Argentina 1978.

Fútbol: el sábado comenzará la tercera fecha de la Liga Paranaense en Primera A

Tras la suspensión por lluvia, entre sábado y miércoles se disputará la tercera jornada.

“Dibu” Martínez atejó dos penales en Francia y se lució para el festejo de Aston Villa

El arquero de la selección argentina se destacó ante Lille en medio de un clima hostil.

Copa Argentina: Juventud Unida de San Luis avanzó y será rival de Independiente

El equipo puntano venció por penales a Deportivo Maipú, para meterse en los 16avos de final.

Top Race en Paraná: este viernes será la presentación de la tercera fecha

El CVE recibirá este fin de semana al TRV6 y la carrera se presentará en conferencia de prensa.

A días del superclásico, Boca le renovó el contrato al entrerriano Jabes Saralegui

El integrante del Consejo de Fútbol, Marcelo Delgado, posó junto a Jabes Saralegui tras la firma (Foto: X @BocaJrsOficial).

Top Race

La carrera del Top Race en Paraná tendrá formato especial.

Julián Stopello

Julián Stopello se refirió a la creación de la Biblioteca Deportiva de Paraná.

Gurí Martínez

El Gurí Martínez Competición por estos días arma y Toyota Camry, aunque no se descarta que vaya por un Ford Mustang también.

Opinión

Por Hernán Rausch (*)
Por Carlos Pagni (*)
Por Ladislao Uzín Olleros (*)
Por Nahuel Maciel  
Para los problemas ambientales y sociales de Gualeguaychú, el gabinete provincial no funciona y el Municipio lo acompaña.

Para los problemas ambientales y sociales de Gualeguaychú, el gabinete provincial no funciona y el Municipio lo acompaña.

Cultura

La muestra se puede visitar en el Museo Conrado Hasenauer.

La participación será de grupos de hasta 30 personas por velada

Será a partir de las 21 en el “Auditorio Scelzi”.