Silvio Méndez

Con un tránsito vehicular minado de baches, la comuna paranaense lanzó recientemente un plan para tapar agujeros y emprolijar las castigadas calles de Paraná. Según se ha explicado oficialmente, el estado calamitoso al que se ha llegado se debe a que la planta de pavimento municipal hacía más de un año y medio que no funcionaba. A esto se le sumaron las pruebas realizadas con la red de la nueva planta de agua, que hizo estallar cañerías por doquier en distintos puntos de la urbe. Con la productora de asfalto nuevamente en funcionamiento, por día se utilizan unas 20 toneladas de material para los arreglos. De todos modos, se calcula que 350 cuadras están en condiciones de tener que ser repavimentadas totalmente, para lo cual se espera que se giren fondos de la provincia y la Nación.

Cualquier conductor o pasajero de colectivo que circule por la ciudad puede darse cuenta del deterioro y calamitoso estado de las calles de Paraná. La situación se ha agravado el último tiempo debido a los desperfectos producidos en las cañerías de distribución de agua potable. Con la prueba y puesta en marcha de algunas etapas de la red que forma parte de la nueva potabilizadora, muchos caños sobre las arterias estallaron. Tan es así que, teniendo en cuenta las estadísticas de Obras Sanitarias, las solicitudes por reparación de caños alcanzaron los 100 pedidos diarios, con los consecuentes efectos en el deterioro de las carpetas asfálticas.

En este sentido, la demanda a Conservación Vial de la comuna se ha visto desbordada, sin contar con que hasta hace poco menos de un mes la productora de asfalto no se encontraba en funcionamiento. Precisamente, el municipio habría invertido más de 400.000 pesos para la reutilización de esta factoría desde la cual se cargan unas 20 toneladas diarias de asfalto para estas tareas de refacciones.

El plan de contingencia elaborado por el municipio demandaría en una primera etapa dos meses en tapar agujeros. Luego vendría el arreglo de las carpetas con la mira puesta en el reasfaltado total de algunas vías de circulación. Según un informe elaborado para solicitar fondos para estos trabajos, unas 350 calles de la ciudad estarían en condiciones de ser rehechas a nuevas, aunque en principio habría disponible dinero tan sólo para 200.

El problema pasa justamente por los fondos necesarios para concretar estas labores de mantenimiento, ya que los costos de los insumos se habrían multiplicado a la par de la cotización del petróleo.

En diálogo con ANALISIS, el director de Conservación Vial de la Municipalidad, Héctor Ríos, explicó el estado de la cuestión y los pasos a seguir.

-¿En qué consiste el plan de bacheo?
-El plan consiste en arreglar la trama vial de la ciudad. El problema que tuvimos es que la planta asfáltica estuvo un año y medio paralizada por falta de mantenimiento. Hace un mes la pusimos nuevamente en funcionamiento con una inversión total de unos 430.000 pesos. Ahora estamos abocados a los arreglos de pozos, luego vamos a intensificar el tema de colocación de carpetas, todo lo que se refiere al arreglo de las deformaciones en el asfalto. Ésa sería la siguiente etapa. Ahora estamos con los pozos que se producen por las roturas de los caños y los sistemas sanitarios.

-¿En cuánto tiempo se estarían terminando estos trabajos?
-Yo calculo que al ritmo que venimos llevando -nos está ayudando el tiempo también porque hace mucho que no llueve- en más o menos 60 días. En lo que es el sector céntrico, está bastante completo. Ahora estamos saliendo hacia las zonas periféricas, hacia los barrios y avenidas. El trabajo sobre el terreno consiste en tomar circuitos, estamos trabajando con cuatro cuadrillas.

-¿Qué cantidad de material se ocupa?
-Realizamos el trabajo por carga diaria de entre 19 y 20 toneladas (de asfalto); serían dos camiones completos para tener una idea. Si bien hoy necesitaríamos más cuadrillas, lamentablemente no contamos con más personal.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)