Marcelo Comas
Rubén Musich tiene una historia para contar. De rechazo, maltrato y discriminación. Es jugador de la Liga de Agrupaciones de Veteranos de Fútbol de Paraná Oscar Chapino, donde representa a la Agrupación La Salle. Por causas poco claras ha sido víctima de una feroz persecución por parte del titular del certamen, Oscar Chapino, reconocido dirigente del fútbol y el deporte entrerrianos. El castigo consiste en penas que van de 15 a 54 fechas, según las resoluciones que emite el Tribunal de Disciplina. Lo más descabellado es que en una oportunidad se le negó el ingreso al predio ubicado en la entrada a San Benito. El afectado decidió apelar las repetidas sanciones pero no tuvo suerte y entonces recurrió al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). Aún espera respuestas del ente que preside Cristina Ponce.
Rubén Musich se cansó del maltrato y la falta de respeto. El ex jugador de Belgrano y Paraná en la década del 70 forma parte desde hace varios años de la Liga de Agrupaciones de Veteranos de Fútbol de Paraná que dirige Oscar Chapino. Allí forjó junto a un grupo de amigos lo más parecido a una familia en la Agrupación La Salle. Pero no todas fueron rosas. Desde hace unos años sufre persecución política y deportiva por parte del titular de la Liga, Oscar Chapino, el hombre fuerte de la entidad que funciona en el acceso a San Benito. “Soy un jugador más de las tantas agrupaciones que hay en la Liga. En total son 28. Soy integrante de la Agrupación La Salle, que tiene Personería Jurídica, pertenezco a la Comisión Directiva. Trabajamos como cualquier agrupación, con la finalidad de tener un grupo de amigos”, contó Musich.
Si bien los motivos de las repetidas sanciones están poco claros, El Gato Musich entiende que las reuniones con fines políticos de algunas agrupaciones despertaron el enojo de Oscar Chapino. Al pronunciarse respecto de esta cuestión explicó: “Muchachos de diferentes agrupaciones quisieron armar una lista opositora para regir los destinos de la Liga. Me sumé porque amo al fútbol y es una cuestión de familia. A raíz de esas conversaciones hay gente que es obsecuente, alcahueta de este hombre (por Oscar Chapino) y le lleva información. Pero la información que le lleva está cambiada y no sé con qué beneficio”, deslizó. El jugador lasallano reconoce que las charlas existieron, se siente a gusto dentro de la actividad partidaria, pero asegura que nunca aceptó formar parte de alguna corriente opositora. Y la respuesta a la invitación de sus pares fue tajante: “Dije que no, que no me interesaba, ya que veía que las cosas estaban bien y las cosas que se hacen bien hay que acompañarlas hasta que uno percibe lo contrario”.
El fútbol de veteranos ofrece diversos atractivos a los jugadores mayores de 38 años. El principal es poder compartir con amigos una pasión y desarrollarse en un marco de confraternidad y compañerismo. Musich disfrutaba de este pasatiempo hasta que se atrevió a mantener encuentros con integrantes de diversas agrupaciones con el objetivo de lanzar una lista opositora. Según reconoció en diálogo con ANALISIS, no aceptó tal ofrecimiento, pero ese accionar cayó mal en las autoridades de la Liga y el pase de facturas no demoró en llegar.
Consultado por su conducta dentro de la cancha el entrevistado comentó: “A veces hay excesos porque uno considera que son injustas algunas sanciones. Por eso se me venía sancionado, una, dos, tres veces; primero cinco fechas, después 15, luego 20, 35 y ahora 54. Inclusive se publica un boletín informativo donde me sentí agredido y a este señor le molestó que quisiera justificar los agravios que me había propinado. A mi buen nombre lo voy a defender a rajatabla porque he tenido errores en la vida, pero no para ser escrachado. En ese informe dicen que yo estaba sacado, que quise agredir a un árbitro a golpes de puño; de haber proferido malas expresiones. Puedo certificar y demostrar que no fue así, tanto de la gente que estuvo en el encuentro y de mis compañeros”.
A raíz de la extraña embestida de la Liga en contra de uno de sus socios, el grupo de jugadores que compone el equipo de La Salle salió en defensa de su compañero. Así fue que buscaron alguna explicación de las autoridades del campeonato. La única respuesta que tuvieron de Oscar Chapino fue irónica y despectiva: “Este pibito habla de más porque quiere hacer una lista”.
Está claro que el malestar de Chapino y compañía surge a partir de la movida política deportiva de un sector contrario a sus intereses. La Liga de Agrupaciones de Veteranos de Fútbol de Paraná goza de un buen prestigio, “tiene entre sus filas a gente importante y hay muchas vinculaciones políticas”, dejó entrever Musich.
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