Claudio Cañete
Este lunes por la tarde llovió. La gente del campo dice que cuando sepultan a una persona y llueve quiere decir que fue buena. Así es el saber popular, inexplicable y a la vez certero. Y por venir de la gente, es legítimo e incuestionable.
Este fin de semana murió a los 64 años Santiago Juan Satler, conocido por todos como Nenin. Fue un destacado bandoneonista y compositor, fundador de Los Príncipes del Compás, con los cuales grabó 29 discos, e integrante de El Rescate Tango. Este lunes mucha gente se congregó a despedir sus restos en la sala velatoria de calle Urquiza.
“¡Mi viejo era un ídolo! Pero qué vamos a hacer, los ídolos también se mueren…”, expresó uno de sus hijos, Gustavo Koky Satler, que es muy reconocido en este medio como músico y también como docente. Nada más acertado que aquellas pocas palabras para explicar lo que las lágrimas y las emociones impedían en aquel momento. Koky acababa de decir la frase que todo padre aspira que su hijo le diga y grite a los cuatro vientos. Y también porque la palabra ídolo (a la que en este caso hay que despojar de toda connotación soberbia y de falsas modestias), en el más estricto de los sentidos con respecto a lo artístico, eso era Nenin Satler para la gente. Un ídolo, aquel artista que con su arte logra una plena comunión con su público interpretando los sentimientos, las espontaneidades, los ritmos de vida de otros en definitiva. No todos lo logran y sólo el saber popular determina con su fallo inapelable quién consigue esa categoría en el imaginario. Nenin se lo ganó con profesionalismo, pasión, sencillez, entrega y honestidad y en inquebrantable fidelidad con sus compañeros de ruta.
Parece exagerado pero no lo es. Sólo lo pueden explicar aquellos que se conocieron y se enamoraron bailando los temas de Los Príncipes del Compás en aquellos bailes de clubes paranaenses y de pistas rurales de localidades del interior provincial. Son aquellos que este lunes anónimamente y a la distancia escuchaban con tristeza por LT 14 la necrológica del fundador de Los Príncipes. Más de uno de aquellos seguidores de su música habrá pensado que se termina toda una época, y tienen razón.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
