Marcelo Comas
El Boxing Club Ciudad de Paraná se prepara para festejar sus 35 años con el viril deporte de los puños. Y para celebrarlo a lo grande organiza la Primera Clínica de Boxeo Experimental, que contará con la presencia de reconocidos exponentes y dirigentes de los entes que nuclean a la actividad. Además, aprovechando la ponencia de figuras tales como Claudio Víctor Maravilla Martinet y Juan Domingo Martillo Roldán, se llevarán a cabo homenajes póstumos a figuras revelantes en la zona. Los organizadores anunciaron el encuentro para el 25 de agosto en el Salón Auditorio del Sindicato Luz y Fuerza (Corrientes 667). Con dos refundaciones en su haber, el viejo Boxing Club -tal su primera denominación- cobija numerosas historias, desde el paso del general Perón en los 40, hasta la visita de campeones mundiales en los 60 y 70. Esta nota pretende plasmar esas vivencias narradas por Esteban Amatti, ex campeón entrerriano de boxeo y dueño de una memoria prodigiosa, que comienza con los orígenes de la pionera institución hasta su lucha por mantenerse viva.
El Boxing Club Ciudad de Paraná cuenta con una rica historia en el viril deporte de los puños. Sus comienzos se remontan a la década del 40, justo cuando en la capital provincial transitaba sus primeros pasos el gobierno de la Revolución Libertadora. La institución que viera la luz bajo el nombre de Boxing Paraná, tuvo su primera fundación el 18 de marzo de 1914. Durante ese lapso, Mario Rafael Amatti se constituyó en uno de los socios fundadores, dirigente que además cumplía funciones en la Banda de Música de la Policía de Entre Ríos. “Tocaba el trombón a vara”, rememora su bisnieto, Esteban Amatti, que preside la Comisión de Homenajes en Vida del Boxing Club Ciudad de Paraná.
Al escuchar el relato del ex campeón entrerriano, apodado La Ira de Dios, el lector se podrá adentrar en la historia del boxeo, no sólo de la ciudad de Paraná, sino que además encontrará conexiones con localidades cercanas y la vecina provincia de Santa Fe.
En esos años dorados, un grupo de amantes de la disciplina que combina destreza, coordinación e intercambio de golpes motorizó la fundación de una entidad que cobijara los sueños de los púgiles que abrazaban cifradas ilusiones con la disciplina. Pocos conocen el dato, pero el general Juan Domingo Perón colaboró en la puesta en marcha del Boxing Paraná, que con el paso de los años cambió su denominación. Por aquel entonces, un Perón joven y con una carrera en ascenso en las Fuerzas Armadas -se desempeñaba como subteniente- acostumbraba a reunirse con los visionarios que le dieron forma a un sueño que aún hoy persiste.
“Perón estuvo en la capital provincial durante diciembre de 1913 hasta 1917. En esa época se estilaba que la gente vinculada a las fuerzas de seguridad, los policías y militares, se reunieran. Era medio elitista la cuestión; entonces estaba mal visto que un militar o un policía mantuvieran encuentros con personas de bajos recursos. De tal forma, se sucedían las reuniones en el Club Social y los lugares de alta alcurnia. En uno de esos convites, mi bisabuelo accede a un cónclave con Perón, en ese momento con el cargo de subteniente. Ambos tuvieron cruces de palabras y le propuso ser socio adherente del Boxing Paraná, aunque el ex Presidente nunca boxeó”, cuenta con gran entusiasmo Pepo Amatti.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
