Sandra Miguez
Asevera que hoy el tema del sida no está en la agenda pública y cree que hace un tiempo se priorizó, “incluso por razones políticas, porque quedaba bien”. Es una convencida de que es necesario elaborar nuevas estrategias de prevención “pero hay que usarlas”. Reconoce que hay mensajes que distorsionan la realidad y que después de haber sido pionera en la materia, Entre Ríos hoy se encuentra en los últimos lugares respecto a un programa de VIH/Sida. Adriana Bevacqua es una referencia en la materia. Médica infectóloga, durante años ha planteado el tema al punto de lograr hacer visible una cuestión temida, ocultada, maltratada. Su trayectoria y a su persistente tarea, hicieron que Paraná sea sede del próximo Congreso Nacional de Sida, que reunirá a los más destacados científicos en el tema.
Según los últimos informes brindados por la Organización Mundial de la Salud, el programa de Naciones Unidas (ONUSIDA) y UNICEF, apenas 2 millones de enfermos de sida en países en desarrollo se benefician con los tratamientos combinados, aunque son más de 7 millones los que necesitan de estas terapias para poder vivir.
De allí que a pesar de los avances científicos es indispensable debatir sobre el acceso a dichos tratamientos, las legislaciones vigentes, la prevención y la situación de vulnerabilidad de los jóvenes -en especial las mujeres afectadas-, entre los temas que precisan arribar a consensos.
Estos serán algunos de los ejes que se abordarán en el próximo Congreso Nacional de Sida que se desarrollará entre el 5 y el 7 de septiembre en Paraná, organizado por un grupo de expertos de Argentina en el área VIH/Sida, con el aval de prestigiosas instituciones del país y del extranjero, como el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, ONUSIDA y OPS.
ANALISIS entrevistó a Adriana Bevacqua para hablar de este encuentro y de sus principales exposiciones, pero también de la realidad entrerriana en cuanto a política sanitaria respecto del HIV/Sida.
-¿Cuál es la realidad del VIH/Sida en Argentina y en particular en Entre Ríos?
-Tenemos una tasa de crecimiento que no es la de África, pero tampoco es la de los países desarrollados. En Argentina seguimos con un crecimiento marcado, sobre todo en la mujer.
-Es como se dice que “el sida es cada vez más joven, más pobre y cada vez más femenino”…
-Ésa es una frase de Pedro Cahn. Pedro dice esto desde hace varios años y creo que todavía tiene actualidad. Acá hay un tema que es muy importante. Uno puede avanzar mucho en el aspecto biomédico, en cuanto al tipo de medicación, hablar que hoy es una enfermedad crónica, que las expectativas de vida son diferentes y también que la calidad de vida de los pacientes es muy buena, pero básicamente es como que estamos mirando la parte de arriba del iceberg, estamos tratando lo que ya pasó. A nosotros lo que nos parece es que hay que elaborar nuevas estrategias de prevención pero usarlas.
-Varias encuestas hechas en los últimos tiempos dan cuenta de que sobre todo los jóvenes, aun conociendo los métodos de prevención, siguen optando por no utilizarlos a la hora de tener relaciones sexuales.
-Efectivamente, porque además creo que hay malos mensajes. Los mensajes que estuvimos escuchando últimamente, por ejemplo “no mantenga relaciones con personas apenas conocidas”. ¿Esto qué significa? Qué ¿con una persona conocida “no te debes cuidar”? Esto es un verdadero disparate. Otra frase: “No seas promiscuo”. Primero definamos qué es promiscuidad. Si por promiscuidad entendemos mantener relaciones con varias personas, yo me planteo, uno puede mantener relaciones con varias personas pero con sexo seguro, es decir utilizando preservativo, que es un método de barrera –no lo estoy proponiendo como método anticonceptivo, qué quede claro, sino como método de barrera-. Se puede mantener relaciones con varias personas cuidándose con preservativo como método de barrera y obviamente no va a haber transmisión viral, no va a haber infección; o uno puede tener relación sexual con una persona que es conocida porque nació a la vuelta y a lo mejor conocés a la familia, pero que también tiene un historial en su vida, entonces no cuidarse porque es conocido es infectarse. El problema es el cuidado no solamente en las relaciones sexuales sino también con la problemática de la drogadependencia. No nos olvidemos que dentro de las vías de transmisión, no sólo está la vía genital, sino también la vía sanguínea, pero hay que aclarar que no es por tocar sangre que una persona se infecta, sino que tiene que ver con el torrente sanguíneo; el virus tiene que entrar dentro del torrente, y esto es lo que ocurre con las personas sobre todo que tienen adicciones endovenosas. Las personas con drogadependencia que no lo hacen por vía endovenosa, sino con otro tipo de sustancias; se sabe que la droga altera el nivel de conciencia, por lo cual como generalmente estos son rituales que se hacen en grupo, se termina con algún tipo de relaciones sexuales de intercambio de parejas, lo cual hace que el virus encuentre una puerta de entrada al lado de las relaciones no protegidas. Porque una persona que tiene alteración de conciencia lo que menos va a pensar es en el uso del preservativo. Y la tercera forma es la transmisión vertical, con la transmisión de la mamá infectada al bebé, pero que afortunadamente si se detecta a tiempo se puede evitar.
-Los avances científicos, el desarrollo de nuevas drogas han posibilitado mejorar la calidad de vida e inclusive hablar del VIH/Sida como una enfermedad crónica. ¿De qué manera esto ha afectado la conducta de las personas, que hoy tienen una mayor laxitud respecto a la necesidad de “cuidarse” y prevenir la infección?
-Puede ser cierto, pero creo que hoy por hoy, lamentablemente la temática del sida no está en el tapete. Se priorizó hace un tiempo e incluso creo que en algunos momentos hasta por razones políticas, porque era como que quedaba bien. Pero hoy no está en el tapete. Si nosotros logramos, y ése es uno de los objetivos de este congreso, tener una muy buena participación comunitaria, si logramos que los chicos puedan hablar con sus padres en la mesa, que en las escuelas se pueda hablar libremente –que de hecho algunas lo hacen-, sería el mayor objetivo. Porque de última, en el tema biomédico hoy tenemos a través de Internet al alcance los últimos avances en el tema y cualquier médico, bioquímico, enfermera lo pueden leer. Pero me parece que hay que reinstalar el tema en la sociedad.
-Ante un tema que tuvo amplísima repercusión como fue el caso de la mamá infectada de HIV a raíz de una transfusión sanguínea recibida en el Hospital Materno Infantil San Roque, ¿cuál es su opinión respecto de los procedimientos que se llevaron adelante?
-Me anoticié de esto cuando tomé contacto con la paciente. Exactamente qué es lo que sucedió, cómo pasaron las cosas, realmente no lo sé, y en eso tendrá que investigar la Justicia. Sí sé que hubo un error en la transmisión de los resultados y también sé por publicaciones que en el Hospital San Martín ya sabían los resultados, y creo que hubo dos omisiones muy importantes: por un lado con la muchacha infectada con una transfusión que era seropositiva para HIV y la otra con la persona donante. Porque al donante también hay que avisarle; es más, es un muchacho joven en plena actividad sexual, en principio por su beneficio personal para que haga su tratamiento si hace falta y después para que tome las precauciones necesarias para que no infecte a otras personas a través de las relaciones sexuales. Por lo tanto, creo que esto fue un error gravísimo. A mí me pueden decir “bueno, pasó un caso en tantas personas…” Sí, Todo lo que vos quieras, pero para el que le pasó es el cien por ciento. Insisto, no sé dónde estuvo la falla pero debe haber responsables por esto.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
