J. R.

No tienen reparos en decirse kirchneristas y juegan sus fichas para octubre a favor de la candidata oficialista Cristina Fernández. Provienen de las más diversas corrientes ideológicas y políticas pero ahora se encuentran en el camino del oficialismo apoyando a Sergio Urribarri. Sin embargo, se debaten entre la tibieza al momento de aceptar esa realidad y la negación de su filiación adquirida. Es, por ejemplo, el caso del ex diputado aliancista Federico Soñez y del diputado electo Héctor de la Fuente. El paraguas kirchnerista hace magia en Entre Ríos y termina juntando lo que hasta ayer se aborrecía. Son los insondables misterios de la política vernácula.

Habrá que admitir que es un tejido interesante. Algo así como un poncho armado con lana, hilo, piola que conforman un género que finalmente termine sirviendo para abrigar. Bueno, el invierno dirá si efectivamente sirvió para tal fin. Lo cierto es que la gestión provincial que se avecina ya tiene un entramado político de las más diversas vertientes que se han acercado en puntillas de pie y bajo el declamado argumento de que, en verdad, apoyan la gestión kirchnerista a nivel nacional.

Una de las características de la conversión a las huestes del gobernador electo Sergio Urribarri que dan quienes se apoltronaron bajo las cómodas sombras oficialistas es la falta de admisión. Casi el negacionismo, cuando no los vericuetos argumentativos para disiparse en la falta de aceptación de que hoy juegan para el sucesor de Jorge Busti.

Quien menos inconvenientes tiene para tal empresa es el diputado Juan Domingo Zacarías, porque la inversión de imagen ya la hizo cuando anunció su vuelta al bustismo, antes de las elecciones del 18 de marzo. En esa circunstancia el reelecto diputado provincial dio sus razones para el regreso y hasta le dedicó la primera respuesta de la conferencia de prensa al hablador de un programa de radio al que había denunciado ante la Justicia cuando era él opositor.

En la situación descripta de falta de aceptación está sí el ex diputado nacional Federico Soñez, quien ha tenido el enorme mérito político de sobrevivir con un pasado de Partido Comunista, un discurso chavista para los medios, apoyando al radical Sergio Varisco en Paraná y a Sergio Urribarri en la provincia. Tanto que algunos concejales del interior de la provincia del Partido Justicialista fueron puestos por el ex referente comunista entrerriano.

La versatilidad política del ex legislador nacional de la Alianza tiene al momento un límite: precisamente el de explicar claramente que es una de las patas del urribarrismo, con participación en los cónclaves de los de paladar negro.

Más expuesto ha quedado el diputado electo Héctor de la Fuente, que llega a ocupar una banca de la mano de la Concertación Entrerriana y que hoy, para muchos, es un número puesto en el megabloque autodenominado urribarrista que tan nervioso pone al gobernador Busti.

La mezcolanza kirchnerista -con un integrante de binomio radical incluso- hace todo más fácil para jugar de oficialista disimulado. De la Fuente fue uno de los que participó en el acto de lanzamiento de campaña porteña de la fórmula oficialista y al término del encuentro habló como dirigente del Nuevo Espacio de Gueleguaychú. “Aunque hace apenas unos días el partido a nivel provincial decidió abstenerse de las candidaturas presidenciales, también dio libertad de acción a los departamentos para que de acuerdo a sus decisiones adopten las medidas más convenientes”, aseguró.

“En Gualeguaychú los compañeros han sido claros de entrada y además hemos sido consecuentes con nuestras posturas ideológicas y nuestras convicciones”, declamó. Y no hay dudas respecto a su adhesión al kirchnerismo, lo que aún queda bajo la sombra, vale reiterarlo, es el posicionamiento de un legislador que llegó con una camiseta y podría pasar por el cambiador al momento de asumir.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)