Pablo Rochi
El Club Belgrano ya cuenta con lo que desde hacía tiempo era un gran deseo: volver a tener su propia cancha de fútbol. En el terreno adquirido en la zona del Seminario los dirigentes concluyeron con la primera parte de la importante obra, que además proyecta un predio deportivo de gran magnitud. Tras la primera etapa, ahora se aprestan a realizar el cerramiento total y colocar el alambrado olímpico para poder contar con la cancha en totales condiciones. Según el vicepresidente Oscar Chapino “si todo va bien para fin de año ya tendremos todo terminado”. De esta manera, a comienzos de 2008 Belgrano ya podrá utilizar su propia cancha de fútbol. En esta nota presentamos el proyecto edilicio de un predio deportivo muy ambicioso.
“En 60 días va a estar la cancha”. Sábado 9 de junio de 2006. Oscar Chapino, en tiempos en que la palabra vale menos de 1 centavo, se anima y anticipa en una entrevista periodística que el sueño de todos los socios y seguidores del Club Belgrano tendrá un límite y a partir de allí todo será realidad.
Jueves 9 de agosto. La cancha de fútbol de Belgrano ya está en condiciones. Los plazos se cumplieron y la entidad, después de varios años pidiendo prestados otros escenarios para poder ser local, ya cuenta con su propio terreno de juego.
Belgrano acaba de cumplir 96 años y no tiene mejor festejo que hacerlo con la posibilidad de volver a contar con cancha propia, luego de que oscuros dirigentes se la quitarán décadas atrás tras vergonzosas maniobras.
Con el esfuerzo y dedicación de los dirigentes de turno, esta institución está llevando adelante un proyecto por demás ambicioso que tiene como finalidad contar con un predio deportivo modelo para nuestra provincia. Se emplaza en el terreno que el club adquirió meses atrás por la zona del Seminario y que cuenta con una superficie de 25.456 metros cuadrados, espacio donde Belgrano tendrá su complejo deportivo.
Lo primero que se construyó fue la cancha de fútbol, objetivo que la institución perseguía desde hacía mucho tiempo. Aún le faltan detalles importantes para que el equipo de Primera División debute en su propio escenario, principalmente lo relacionado a la seguridad que hoy se exige para llevar adelante un partido de fútbol. Igualmente, la cancha cuenta con la nivelación necesaria, los arcos en posición y los postes donde se cerrará con el alambrado olímpico. Con ello, y pensando en las próximas obras, en el club se supone que en el Apertura 2008 El Mondonguero ya podrá jugar de local en su nuevo predio.
En sí, cuando se inaugure definitivamente, será la cancha más grande de la ciudad, con una medida de 105 metros de largo por 70 de ancho, más extensa que las de Don Bosco y Patronato, que hoy son los campos más grandes que tiene el fútbol local y provincial.
Oscar Chapino, vicepresidente de la entidad, es uno de los dirigentes que junto a un grupo de colaboradores trabaja intensamente en pos de poner en funcionamiento esta importante iniciativa.
“A mí me convocaron en una asamblea y regresé al club con la única intención de hacer la cancha. Si no, no volvía. Me dijeron que sí, que me daban todo el apoyo, toda la autoridad para trabajar en eso. A partir de allí se conformó un grupo de trabajo dedicado a esta posibilidad”, dijo en diálogo con ANALISIS.
En este segundo tramo el objetivo es construir la zona de vestuarios, obras que, mediante un importante apoyo del gobierno provincial, ya se comenzó a poner en práctica. Según confiaron a este semanario los dirigentes, los vestuarios tendrán una particularidad muy importante, diseñados para evitar contactos entre los protagonistas y la gente que concurra a los partidos.
Para evitar ciertas anormalidades que hoy ocurren en nuestro fútbol producto de infraestructuras precarias y hasta primitivas, en Belgrano se construirán vestuarios en los cuales los protagonistas ingresarán directamente tras arribar a las instalaciones y posteriormente de allí a la cancha sin tener contacto con ninguna parcialidad. Tanto el equipo local como el visitante y hasta los árbitros tendrán accesos independientes y directos a los vestuarios, los que estarán equipados con sala de masajes y otras comodidades. De allí saltarán a la cancha directamente. La idea es muy importante, ya que en otros escenarios de la ciudad es inevitable que los jugadores deban recorrer varios metros desde la llegada a los clubes para posteriormente introducirse en los vestuarios para cambiarse.
Después de finalizar los vestuarios, la etapa siguiente será el cerramiento de todo el predio y luego la colocación del alambrado olímpico de la cancha, intención que posiblemente se complete para fin de año. Si ello se logra, en el 2008 Belgrano ya podrá jugar en su nueva cancha.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
