-Peronizando los pasos. En reuniones colectivas, e incluso en entrevistas personales, Jorge Busti se muestra tranquilo, muy dispuesto a contemplar posturas y a mediar cuando surgen diferencias. En todos sus gestos se transparenta un temperamento en el que “todo está bajo control”, como se suele decir. Pero hay otro aspecto que no ha pasado inadvertido y ha sido motivo de comentario en el círculo de fieles. Juan Domingo Perón y su doctrina están a la mano en cualquiera de las reflexiones del gobernador. Incluso, las referencias no se limitan a los pasajes más conocidos, del clásico “... como Perón dijo”. Como nunca, despliega registros de determinadas frases pertenecientes al líder mayor del justicialismo. En la larga historia de Busti no son pocos los que conocen sus movidas. Por eso se sabe que en sus despliegues políticos nada es al azar; por el contrario, por insignificantes que parezcan sus movimientos, siempre están cargados de sentido. Es que en gran medida, en la órbita nacional del kirchnerismo se comienza a definir el peso de las diferentes tendencias que lo componen. El Partido Justicialista es una de las patas del kirchnerismo. Más que en la acción política en sí, la maquinaria justicialista define su espacio en la porción de la estructura institucional que logra controlar. Lo que aconteció en las elecciones de Misiones es un ejemplo claro de lo que se quiere expresar. La tozudez del Presidente Néstor Kirchner en aferrarse a los desatinos reeleccionistas del gobernador Carlos Rovira determinó el paso al costado del mandatario bonaerense, Felipe Solá, en sus pretensiones de renovar su mandato y el pasaje del vicepresidente Daniel Scioli como candidato a encabezar la fórmula en provincia de Buenos Aires.

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-Pequeños problemas. Pero como se puede ver, las preocupaciones que se presentan no llegan a quebrar las aguas calmas del justicialismo entrerriano. Como eso de la calma en el PJ es siempre una rareza, hay muchos dispuestos a saborearla. De todas maneras, en la última reunión de selectos justicialistas, con concurrencia de intendentes, legisladores y la ausencia de la fórmula electa, el ahora reelecto diputado provincial Ángel José Allende (PJ-Nogoyá) puso la nota reclamando por qué el gobernador electo, Sergio Urribarri, no le atiende el teléfono. Sin dudas el ex ministro de Gobierno se viene moviendo con suma cautela, cosa de no exponerse a tironeos que lo desgastarían antes de tener que enfrentar la gestión gubernamental. Así como no concurrió a esta reunión convocada por Busti, Urribarri lució locuaz y distendido en el encuentro de intendentes electos que se realizó en Chajarí el 9 de junio. Por las dudas, es importante ser cuidadoso al momento de inferir conclusiones. Que Urribarri concurra a la reunión de intendentes electos y no esté presente en la convocada por el gobernador, en principio no son movidas que tengan que ver con supuestos enfrentamientos, más allá de que en los últimos días se observaron algunos cortocircuitos. Las diferencias están dadas en las razones y temperamentos de uno y otro escenario. La reunión con los intendentes transcurrió en un ambiente de preocupaciones concretas respecto a las futuras gestiones en los diferentes municipios. Obras públicas, financiamientos, lineamientos en cuanto al tema educativo, seguridad y salud fueron los temas sobre los que dio vuelta el cónclave con los presidentes comunales electos.

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-Los referentes sociales. Para colmo, a las presiones y apetencias propias de los justicialistas, Jorge Busti está recibiendo no como presión pero sí como aspiración las expectativas de participación de agrupamientos menores y de determinados referentes sociales. El ex embajador y senador provincial electo por el PJ-Diamante, el licenciado Raúl Taleb, días pasados, además de interpretar de manera diferente a la del gobernador la retribución de los convencionales, mencionó que la Federación Agraria Argentina tenía expectativas de participar en la Constituyente con algunos de sus miembros. Obviamente, las aspiraciones de esta señera organización agraria, según Taleb, estaban puestas en que el justicialismo a través de su lista les abra la puerta. Este objetivo puesto en juego por la Federación Agraria trasparenta una expectativa que atraviesa por igual a muchas instituciones sociales. Es que una vez habilitada la reforma constitucional, la sociedad percibe su importancia y toma conciencia de que en ese acontecimiento van a quedar delineadas cuestiones fundamentales del comportamiento ciudadano. Ese temperamento impregna de expectativas a las organizaciones sociales y sus dirigentes vuelcan sus miradas en dirección a las propuestas de los partidos que son por definición institucional los vehículos de esos latidos. Realmente las convocatorias a constituyentes suelen ser una prueba interesante de ver cómo los diferentes partidos políticos se relacionan con la sociedad en un momento que es muy especial.

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-Los radicales. Es muy claro que los radicales entrerrianos enfrentan las duras circunstancias partidarias de forma bastante distinta a como recomiendan las observaciones más generales. Se entiende por lo general que un partido político se fortalece cuando aun en estas situaciones extremas afila la crítica y la autocrítica con una oreja muy atenta en lo que pasa en la sociedad. En ese sentido, la apertura hacia las representaciones más naturales e inmediatas es una cuestión por menos que elemental. Los radicales han dado pasos pero en un sentido inverso. Hay que recordar que en momento de elegir a Raymundo Kisser como presidente del Comité Provincial ya preanunciaba el direccionamiento que iba a tomar. Se puede recordar que no bien se hizo cargo de la presidencia partidaria, Kisser prometió algo así como tolerancia cero a quienes desacataban las directivas partidarias. Recientemente se reunió el Congreso Provincial para insistir y profundizar esa línea de trabajo, esta vez con posiciones que fueron aprobadas por aclamación. En efecto, el congreso radical decide volver a las internas cerradas, es decir, donde sólo los afiliados pueden concurrir en la elección de candidatos para puestos de gobierno. Esta medida la toman desacatando las directivas de la Ley de Internas Abiertas y Simultáneas sobre el tema. La verdad sea dicha: la ley, que fue proyectada por Emilio Castrillón, no es una joyita.

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-Conflicto y contexto social. El viernes pasado en la ciudad de Chajarí sesionó el congreso del principal gremio docente de la provincia, AGMER. Como era de esperar, rechazó la propuesta de aumento hecha por el gobierno provincial y elaboró un programa movilizador. En la propuesta de lucha el congreso de AGMER vuelve a retomar la idea de coordinar las acciones con la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). Es indudable que el proceso de renovación de autoridades recientemente vivido en el gremio de ATE ha motivado el acercamiento. Así planteadas las líneas de conflicto con el gobierno provincial, todo hace presumir una confrontación dura y de difícil solución. Por poco que se empinen los conflictos del gobierno provincial con sus trabajadores, obligan al gobernador Busti a salir del libreto que hasta ahora le fue dando buenos resultados. El esquema de apoyarse tal como lo ha venido haciendo Jorge Busti, en el argumento de que el aumento que se ofrece es el posible y dar otra cosa supone caer en desequilibrios financieros de malas, no parece tener buen destino frente a las nuevas circunstancias. Las nuevas demandas salariales tanto de estatales como de docentes imponen al gobierno sacudirse los esquemas en pos de encontrar la vuelta a un financiamiento del gasto público provincial con recursos genuinos y más equitativos.

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