Claudio Cañete
Desde esta sección de ANALISIS se prepara para este año un libro con la versión corregida y aumentada de las distintas entregas que esta publicación viene difundiendo a lo largo de casi diez años. Las visitas de Juan Domingo Perón y Evita a Paraná ya es un tema que pide espacio en la historia de la ciudad.
El tiempo pasa y la figura de Juan Domingo Perón, de una o otra manera, sigue vigente. Más allá de lo político y lo partidario, su acción de incluir a las masas populares obreras a la vida política, con participación directa y una redistribución de la riqueza a su favor, lo instaló en el imaginario colectivo de la sociedad argentina.
Hace pocas semanas falleció Marta Holgado, la mujer que decía ser su hija secreta. Hace pocos meses, con el traslado de sus restos a otro lugar de definitivo descanso, una lucha campal entre bandos reprodujo a manera de parodia una mini masacre de Ezeiza. En el comienzo de este año Perón volvió a ser noticia porque en la tendencia de revisar las responsabilidades en el pasado el propio peronismo llegó a la tenebrosa caja negra que resulta ser la Triple A para su historia. Allí se debate de que si el líder sabía o no de su existencia, si tuvo que ver o no con su conformación.
Cada tanto, alguna prestigiosa casa europea remata pertenencias suyas. Y en los últimos años aparecieron más libros publicados que avanzan sobre un terreno impensando décadas atrás: sus relaciones afectivas con las mujeres a lo largo de su vida.
¿Quién hubiera imaginado que el peronismo sin Perón era todo esto y no el de Augusto Vandor? Reflexiones aparte, lo que parece estar claro es que a la hora de hablar de su pasado hay mucho y por lo tanto de sus días en Paraná y otros lugares de la provincia.
Perón ya había vivido en Paraná, entre diciembre de 1913 y principios de 1917, cumpliendo su primer destino como oficial egresado del Colegio Militar de la Nación. Tres años en los que desplegó entre sus soldados las habilidades físicas y deportivas. Se destacaba en deportes hípicos, fundó un Boxing Club y producía obras de teatro para entretener a sus subordinados dentro del cuartel. Sólo eran piezas dramatúrgicas elementales pero inesperadas y sorprendentes viniendo de un oficial del Ejército Argentino.
En Paraná votó por primera vez, y a Irigoyen, estrenando la Ley Sáenz Peña. Tuvo varias novias y vivió en varios puntos de la ciudad, en su mayoría céntricos. Como Presidente hasta ahora se han podido documentar dos visitas: mayo de 1950 y octubre de 1954. Y hay una tercera importante y es como candidato de cara a su primera presidencia.
Fue el lunes 4 de febrero de 1946, a bordo del vapor París, a las 13.20 aproximadamente. Pero no se detuvo en Puerto Nuevo, sino que lo hizo a la altura del puerto de Bajada Grande, unos metros más allá, río abajo. A las 14.30 se le acercó una lancha de la Subprefectura de Paraná, con algunos representantes de su partido, el Laborista. Más tarde finalmente el París atracó en el Puerto Nuevo de Paraná y a las 17.10 recibió a otros representantes partidarios. Luego el propio Perón, que viajaba acompañado de su esposa Evita, descendió de la embarcación para ir dentro de un auto cerrado hasta el lugar del acto que se desarrolló en un escenario montado en la Avenida Costanera (la actual Avenida Laurencena, que corre paralela al río Paraná). Evita se quedó en la embarcación. Mientras tanto, en ese punto de encuentro del acto partidario, una masa de obreros del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, empleados provinciales y municipales de distintos sectores y un importante número de mujeres y niños lo recibieron calurosamente, complacidos de poder ver de cerca al coronel del que todo el mundo hablaba. Desde su sitio reservado como orador, Perón dijo cosas como estas: “Los descendientes del patriciado criollo en el manejo de la cosa pública juntaron dos o tres estancias y un palacio en la calle Florida, se fueron a Europa y liquidaron allá sus estancias. Vinieron a nuestras tierras y cuando no tuvieron más que vender, vendieron la Patria”. Este fragmento es una de las cosas valiosas que guarda el archivo de Santos Alcides Chaparro, un investigador del peronismo que vive en Paraná y que posee innumerable cantidad de bibliografía. En sus averiguaciones, él también pudo confirmar que esa vez, Perón vino acompañado de Eva Duarte. En tanto que otros testimonios confirman la presencia del candidato a vicepresidente Hortensio Quijano y los sectores sociales que estuvieron presentes en esa movilización.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
