D. E.

Montecarlo está de fiesta en la lejana Misiones. No es para menos: uno de sus nuevos ricos y vecino de hace pocos años, el dirigente José Maximiliano Crettón Pereyra, inauguró el complejo turístico de cabañas, tal como lo había anunciado ANALISIS el año pasado, sin que nadie de la justicia ni de la Oficina Anticorrupción de la provincia tome cartas en el asunto. Sucede que el frustrado precandidato a intendente de Bovril no es un hombre cualquiera, sino que fue el hombre que manejó los dineros del Senado entrerriano entre 1995 y 1999, en la segunda administración bustista y con Héctor Alanis como vicegobernador. “Yo tengo unos seis millones de dólares para invertir”, había dicho en su círculo íntimo en Misiones, a poco de llegar. El complejo tiene 24 habitaciones, separadas en cabañas, con un total de 48 plazas, entre habitaciones matrimoniales, individuales, dobles y cuádruples, todas realizadas en madera. “Es una inversión de 500.000 pesos”, dijo Crettón Pereyra ante las autoridades comunales de la zona. El mismo día de la inauguración del complejo compró una página en el diario El Territorio, de Posadas, para difundir su nuevo emprendimiento.

En los últimos días, el lugar se convirtió en una de las joyitas turísticas de la ciudad de Montecarlo, en la provincia de Misiones. Y buena parte de los medios regionales lo entendieron. “Montecarlo se destaca por la realización de fiestas provinciales y nacionales organizadas por distintas instituciones del medio, también por sus atractivos turísticos, pero a pesar de hay un importante movimiento turístico a la localidad le hacían falta más plazas para alojamiento. Esta necesidad fue vista y evaluada por una familia que se dedica al rubro de la madera y que hace varios años se instaló en Montecarlo, y decidieron invertir un capital importante para poder aportar este servicio”, escribió el principal semanario de allí, El Pueblo, que también posee un sitio web.

“Mediante viajes a distintos puntos de la Argentina, la familia Crettón tomo ideas de distintos alojamientos, buscando la forma más adecuada de ofrecer un espacio diferente y confortable para el visitante, ideas que poco a poco fueron tomando forma y que se concretaron en un lapso de tres años de trabajo y que les llevó una inversión aproximada de unos 500.000 pesos”, acotaron luego. “Así se logró que Montecarlo hoy cuente con un nuevo hospedaje con un estilo totalmente regional y con comodidades acorde a las necesidades de los turistas que decidieron denominarla Cabañas Las Orquídeas, un complejo ubicado en la zona céntrica de Montecarlo, sobre la calle Jacobo Bischoff Número 62, entre las avenidas El Libertador y Paraguay y que cuenta con atención durante las 24 horas”, indicó luego. En realidad, se ocupó bastante de la difusión de su emprendimiento, al punto tal de que no dudó un instante en contratar una página en El Territorio de Posadas, el principal diario de la provincia.

La familia Crettón no es otra que la encabezada por José Maximiliano Crettón Pereyra, quien reside en Montecarlo -donde alguna vez nació- desde principios de 2000, cuando partió a instalarse nuevamente a dicha provincia, buscando alejarse de Entre Ríos para disfrutar de dineros que desaparecieron del Senado provincial -con la complicidad de varios encumbrados hombres del oficialismo y de la oposición- y con el aval del vicegobernador Héctor Alanis, que no tiene empacho en decir “no tengo ninguna causa pendiente en la justicia”, por el simple hecho de que aún no lo convocaron como imputado.

“Cuando llegó a instalarse definitivamente a Montecarlo, en su círculo más cercano no tenía problemas en reconocer que había llegado con 6 millones de dólares y en efectivo, para invertir en lo que fuera”, dijo un empresario misionero consultado por este semanario. En parte de ese dinero sucio quizás haya alguna respuesta a la desaparición de 21.196.129 pesos/dólares del Senado entrerriano, en la gestión 1995-1999, según la denuncia formalizada en diciembre de 2000 en el Juzgado de Instrucción que estaba a cargo del ahora jubilado Héctor Eduardo Toloy que, como ex asesor legislativo del bloque del PJ (entre 1987 y 1991), tendría que haberse excusado y nunca lo hizo. Claro está, pasaron los años y la causa nunca avanzó y ahora se encuentra en estudio del juez subrogante, Gustavo Maldonado, ex secretario de Toloy y, al parecer, con otro concepto de lo que debe ser la Justicia en esta provincia, máxime cuando se manejan fondos públicos. Pese a la gravedad de los negocios del ex hombre fuerte de los dineros del Senado, que estaba sentado sobre las cuentas de Bienes de Consumo y Servicios no Personales que entre fines de 1995 y diciembre de 1999 manejaron un presupuesto total de 33,6 millones de dólares que comprendían a partidas para contratos de locación de obras, subsidios y asesorías de los bloques de senadores de los partidos mayoritarios.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)